Había muerto mi mamá y mis familiares me eligieron para dar el discurso en la capilla. Pensaron en mí por ser escritor, aunque mis sentimientos
Categoría: Relatos
Ojos orgullosos. Por Gabriel Pallares
Sonó el timbre y la conversación se cortó en seco. Los cuatro se quedaron en silencio, ensombrecidos sobre su silla. Gastón se levantó y con
Marco Aurelio. Por Agustín Erramouspe
En las tierras perdidas más allá del río olvidado por la civilización, de una barbarie olvidada por la soberbia. Ese hombre con armadura plateada, de
Ficción. Por Agustín Erramouspe
Se cernía sobre mí, sobre todos, palabras asesinas. Ver la televisión, el celular. Yo tiré todolos textos, tiré todo, era irrelevante. Lo inerte puede meterse
El exilio. Por Hilda Córdoba
No sé la fecha exacta, tal vez promediaba el siglo XIX, Buenos Aires era todavía una pampa desértica , primitiva. Anselmo López había nacido cerca
La última foto. Por Hilda Córdoba
Eran las siete de la tarde cuando pasé a buscar a Gustavo, no pude estacionar frente a su edificio, así que lo esperé a media
Una tarde en el Jardín Botánico. Por Marcelo Gornatti
Era una calurosa tarde de verano.Ingresé al Jardín Botánico justo a tiempo. El espectáculo habíacomenzado. Pasé entre hileras de gente mirando lo que se desarrollaba
Para Jesús. Por María Margarita Pérez Vallejos
Es que soy el fracaso solitario en medio de unas fuentes que hacen sonar la caída de sus aguas a la corriente. Es que me
Apego. Por María Margarita Pérez Vallejos
El desapego es casi una reacción física, así como si marcara una línea, de esas tantas invisibles que existen, pero que poseen la fuerza tan
Solsticio y contigo
Decir te quiero me sabe a poco porque no sé en realidad si de verdad te quiero, te idolatro, te creo, te invento o lo