La delgada línea entre el control y el cuidado. Por Virginia Grosso

La delgada línea entre el control y el cuidado. Por Virginia Grosso

Dispositivos de Construcción Subjetiva en la Contemporaneidad.

¿Cómo pensamos lo que pensamos cuando pensamos? Es un ejercicio complejo, pues es muy difícil dilucidar aquello que transcurre mientras estamos viviendo. Tomar la distancia necesaria para tener perspectiva es una tarea ardua que creemos solo puede hacerse con otros.

Habitar la era tecnológica, antropocéntrica es un desafío. El pequeño análisis que pretendo aportar es sin ánimos moralistas, solo lo pongo a pensar con Uds.

Hace poco tiempo llegó a mi conocimiento una aplicación, parece bastante usada, llamada “Find my Kids”. Tiene un excelente “packaging” virtual que invito a que lo conozcan. Pero quisiera compartir con ustedes las beldades de este producto.

Se promociona como: “averigüe que hace su hijo durante el día”, “controle y gestione las apps y los sitios que visita su hijo en su móvil a lo largo del día”, “control de la duración de la batería de tu hijo para que no se descargue”, “averigua cuando está jugando tu hijo en lugar de estar estudiando”.

Esta aplicación “Find My Kids” tiene como principal objetivo el control parental y se vale de las siguientes herramientas:

Localizador GPS: el cual permite observar la ubicación del niño en el mapa y su historial de movimientos.

Sonido ambiente: para escuchar lo que sucede cerca del niño, con que otras personas se encuentra y de qué temas dialogan. 

Señal de llamada: Permite enviar una señal sonora al teléfono del niño en caso de que lo haya olvidado en su mochila, lo haya puesto el modo silencioso y no escuche lo escuche o encuentre.

Control de Aplicaciones: Permite tener acceso a las aplicaciones instaladas en el dispositivo móvil. 

Control de seguridad: Permite comprobar si el niño ha salido del colegio, club o lugar seleccionado y ha vuelto a casa.

Control de batería:  Permite efectuar un control de la carga del dispositivo móvil del niño y así recordarle cargarlo en caso de que el nivel sea bajo.

Chat familiar: Permite mantener una comunicación fluida con todos los miembros de la familia y el niño.

Para su correcto funcionamiento, la aplicación debe instalarse tanto en el dispositivo móvil de los padres como el de los niños y finalmente enlazar con un código.

Find My Kids es una aplicación de control parental que, si bien puede resultar útil en situaciones tales como la prevención del grooming y el bullying, cuenta con algunas prestaciones que pueden resultar extremas, o al menos extremadamente intrusivas.

¿Qué se observa con el advenimiento de Find my kids?

En principio podemos dar cuenta que esta aplicación surge como respuesta a los inconvenientes propios de la era digital, entre los cuales destacan las sensaciones de inseguridad y de violencia que son exacerbadas por los medios de comunicación, especulando de manera constante sobre las desventajas y no promoviendo el uso responsable, adecuado y conveniente de la tecnología.  Así, se genera la ilusión de que un niño con un celular puede resultar más seguro si se tiene en cuenta la pluralidad de características ofrecidas por aplicaciones como Find my Kids. Poco a poco, este fenómeno social se inscribe de un modo sumamente natural en las personas, quienes comienzan a considerar la compra de dispositivos móviles a niños cada vez más pequeños.

En este punto nos preguntamos si resulta adecuado hablar de conceptos tales como cuidado/control, intimidad/extimidad, puesto que a la luz de estas aplicaciones pierden exactitud, al tiempo que se aglutinan y corren de plano términos tales como vincularidad, diálogo, confianza y responsabilidad, entre otros.

Si bien ofrecen un “cuidado” mayor de las infancias, con el supuesto objetivo de prevenir el acoso, terminan por brindar la ilusión de que los dispositivos son una herramienta a nuestro servicio, cuando en realidad son maquinarias que modifican nuestra subjetividad y por ende nuestras conductas en torno a las implicancias propias de la vincularidad.

Mc Luhan plantea a los medios como prolongación de los sentidos del ser humano (el entorno). “Las sociedades siempre fueron modeladas más por la naturaleza de medios con que se comunican los hombres que por el contenido de la comunicación.” El mensaje es el recurso del medio para distraernos y que no percibamos su acción. La red vincular constituye el auténtico modo de existencia de los fenómenos comunicativos.

El ser humano no sería más que un medio del medio de comunicación. Siendo el espectador, el cual crea sentido, responde, acata los efectos mientras que los medios exponen, se excita, se implica en la escena y monta el fenómeno mediático.

El medio se independiza de su mensaje (proteger al hijo) para tornarse en una herramienta que incita a un control extremo, casi perverso.

La aplicación misma se vuelve excitante, pues poco importa el no perder la localización del hijo. Lo que subyace es la idea de ser parte de la vida del otro (al extremo de socavar su intimidad), pero en modo incógnito.  La idea de panóptico de Foucault cobra vigencia, en tanto el otro se vuelve un no otro, su subjetividad toda se altera y se pone a merced de un espectador que lo controla, pero este no sabe en qué momento está siendo controlado.

¿Qué sucede con los afectos en la era de la digitalización?

Se abre un nuevo mundo de afectos mercantilizados gobernados por una subjetividad desvinculada de su potencial cuya justificación radica en el miedo.

Los medios son actores y tienen intencionalidad propia para correr del centro al ser humano como dueño y señor. Una vez que irrumpe, el medio genera nuevas necesidades y los seres humanos se vuelven funcionarios de la tecnología. Al decir de Lucas Bazzara: “La instalación progresiva de estas técnicas informáticas y los usos sociales serán las condiciones para la emergencia de una transformación de la cultura”.

Aquella máquina de vigilancia que componen la cibernética, la computadora e internet cuyo origen se remontaba a tiempos de guerra, se actualiza hoy como monitoreo detallado de la vida social digital, recolección masiva de datos que dejan los individuos en sus interacciones, destinada a conformar gigantescas bases de datos de potencial valor comercial.

Renunciamos a la capacidad de aburrimiento necesaria para la creación. Ninguna felicidad individual es ya independiente de la tecnología, ni tampoco las necesidades de seguridad, control, etc. Paralelamente se instaura una administración robotizada de la existencia garantizada por agentes “clarividentes y empáticos” que actúan de manera soft y sin ruido.

Con la aplicación Find my Kids se instaura una nueva antropología, gracias al surgimiento de una inteligencia de la técnica consagrada a extender nuestras facultades de entendimiento, así como nuevas maneras de aprehender el mundo.

Según Carlos Pachuk, “el funcionamiento del aparato psíquico integraba a mi criterio ciertas invariantes que eran: pulsión, representación y otro primordial. En este sentido la informática y la biogenética ponen en cuestión la tríada constitutiva del psiquismo”. “La virtualidad produce en el psiquismo un cuarto registro junto al Real/Simbólico/Imaginario que Freud y Lacan no pudieron conocer.”

Teniendo en cuenta la subjetividad, Pachuk la define como fragmentada ya que para el neoliberalismo somos objetos y puros datos: DNI, contraseña y correo electrónico. Generando un yo colapsado por el mandato impuesto del rendimiento, una otredad migrante y enigmática, y un lazo social debilitado por ausencia del cuerpo en los vínculos.

Este autor nos interpela a pensar en la creación de nuevas clases sociales, que tomando el modelo marxista de división de clases desde el poder socio-económico podríamos identificar en este contexto las llamadas clases Cyborgs y los Biológicos.

Así los Cyborg serían máquinas “deseantes” con circuitos tecnológicos fundamentales para la construcción de subjetividad: algoritmos, biomoléculas, inteligencia artificial y mutaciones quepermiten formas de vida superiores a los llamados Biológicos.

La pregunta sería, ¿esto sería sinónimo de evolución de la vida como la conocemos o su deterioro?, ¿Habrá más equidad y justicia para todos los habitantes en la medida que esto se convierta en política de estado para el acceso a la tecnología?, ¿Se aplanarán las jerarquías apuntando a lo rizomático deleuziano? En un rizoma no hay principio ni fin, según Deleuze y Guattari, quienes propusieron que vemos la realidad como un rizoma infinito, es decir, como una concatenación abierta de conjunciones: “y” en vez de “o”.

Aproximación a un cierre/apertura:

En este pequeño recorrido de la historia de la tecnología, nos damos cuenta de una paradoja, ya que, si bien no podemos negar los maravillosos avances tecnológicos que han enriquecido la vida humana en diferentes ámbitos, también debemos reconocer que los mismos pueden constituir un deterioro tanto de la vida humana como las relaciones sociales. En el caso de la aplicación Find My Kids, observamos que puede afectar la relación padre/madre/adulto responsable – hijo/a de diferentes formas, al invadir la intimidad de un niño/a o adolescente con el supuesto fin del “cuidado”.

Sabemos que la cibernética, la computadora e internet se remontan a épocas donde lo que estaba en juego era el control del otro, es por ello que nos preguntamos:

¿Cómo se altera la subjetividad entre un niño y sus padres a partir de esta posibilidad tecnológica?

¿Dónde queda la gran conquista del diferenciarse, de asumir riesgos con responsabilidad por fuera de la mirada de los adultos?

¿Dónde queda el transgredir como marca propia de la adolescencia y de la construcción subjetiva?

¿Cómo se conciben los vínculos cuando hay tan poco margen para transitar los lugares no explorados, inquietantes y novedosos?

Podríamos incluir muchos interrogantes más, pero consideramos importante y fundamental repensar el modo en que concebimos y acatamos sin dudar los fines con que se nos “venden” los nuevos aportes tecnológicos. Casi como verdades reveladas e incuestionables, nos fundimos en un fenómeno de masa atravesado por los preceptos de la era tecnológica, perdiendo lo esencial del fenómeno subjetivante en el “entre” vincular.

BIBLIOGRAFÍA

  • Bazzara, L. (2021). Datificación y streamificación de la cultura. Nubes, redes y algoritmos en el uso de las plataformas digitales. Inmediaciones de la Comunicación, 16(2), 37-61. DOI:https://www.doi.org/10.18861/ic.2021.16.2.3082
  • Mundo, Daniel: (2017) “¿Qué es un medio?”  y “Técnica-Medios-Masa” en Variaciones sobre el porno. Sexo y vínculo en la era de los medios. Buenos Aires:  Dedalus.
  • McLuhan, Marshall:(2009) “El medio es el mensaje” en Comprender los medios de comunicación. Las extensiones del ser humano. Barcelona: Paidós, 2009
  • Sadin, Eric (2018) “La humanidad Aumentada. La administración digital del mundo”. Editorial Caja Negra.
  • Pachuk, Carlos (2021) “La Grupalidad: De la Intersubjetividad a la Interobjetividad.  Ontología Plana Siglo XXI. Trabajo presentado como panelista en las Jornadas Anuales “SUBJETIVIDADESY LAZOS SOCIALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA. AFECTACIONES E INTERROGANTES” organizado por la Asociación Psicoanalítica de las Configuraciones de Córdoba. 29 y 30 de octubre de 2021.
  • Imágenes disponibles en: https://findmykids.org/es

Virginia Grosso es Licenciada en Psicología, Especialista en Psicología Vincular de familias con niños y adolescentes. De Córdoba Capital.

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