En una de tus siete colinas,
tu ermita de San Rafael,
con su tez caliza
y sus ojos garzos,
orando piadosa,
hospeda, candorosa,
a sus peregrinos clementes,
entre candelas de claveles
y destellos chispeantes.
…
Hellín, cortesana eterna,
distinguida y respetada,
con vestidura humilde,
semblante risueño
y perfume de tierra seca,
pulida tras lunas y soles,
al mundo muestras
el pudor de tu luz,
con notas virtuosas
de paz y alegría.
Fragmento de su poema :
HELLÍN, TIERRA DE MIS ANCESTROS
Esther Jiménez Coïa.
Gracias por la publicación. Un placer poder participar en estas cartas abiertas. Saludos.
Esther. Muchas gracias a vos y vamos con los podcast ni bien puedas. Saludos.