En estos días la campaña presidencial se centró en el cruce economía y soberanía. Y está bien porque el lunes hay que pagarle al Fondo Monetario Internacional 2.700 millones de dólares por los intereses de una deuda que asciende a los 45.000 millones para la Argentina. Y ahora parece que el acuerdo de Massa con el fondo no se cierra y el Ministro de Economía y precandidato a presidente por Unión por la Patria evalúa tocar los yuanes de las reservas para pagar. Para ponerlo en contexto, el gobierno de Macri pidió 55.000 millones al FMI en el 2018, de los cuales recibió 44.000 millones. Esa plata no se usó para inversiones y se perdió en fuga, bonos de deuda comprados por amigos, pagos internos atrasados y de intereses de la misma deuda y contener la situación social y al dólar. Y cuando vino el gobierno de Alberto Fernández la plata no estaba más, pero quedó la deuda. Alberto Fernández entre suspensión de pagos por la pandemia, sequía y guerra de Rusia-Ucrania, no pagó. Y cuando empezó a pagar solo liquidó intereses, hizo un nuevo acuerdo a través de Guzmán y ahora busca nuevo acuerdo con Massa, que aún no le salió. Como los chinos quieren entrar en el negocio financiero mundial les ofrecieron yuanes a países endeudados con el FMI para engrosar las reservas y desafiar a Estados Unidos. Por supuesto por algo a cambio, que todavía no sabemos bien qué. Ya le ofreció pagar los intereses de la deuda de acá a fin de año a los dos principales países endeudados del mundo con el Fondo monetario. Y uno es Argentina 45.000 millones y el otro Egipto 19.000 millones. Massa amenaza al Fondo que si no le renegocian la deuda paga con los yuanes de China y se va a pedir plata a su principal competidor, pero hasta ahora eso no funcionó. Y acusa a Juntos por el Cambio de estar trabando la negociación. Y sabiendo lo mal pagador que es la Argentina y que les gusta pedir plata antes de las elecciones para despilfarrarla, cualquier funcionario del fondo les creyó. Luis D´ Elía antes aliado al gobierno dice que esto es el fin de Massa (jugará para Grabois). Los principales precandidatos de Juntos por el Cambio: Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta se frotan las manos pensando que esto puede ayudarlos a ganar la elección. Sin pensar que en cada decisión que toman y no toman, hay gente que se muere de hambre, pierde el trabajo o no puede comprar más algo en el supermercado o pagar sus gastos. Y atrás de esto hay familias, niños, ancianos y un pueblo que en cada elección sale en la tapa de los diarios mostrando su pobreza, como pasa hoy en La Nación. Eso la izquierda lo sabe. Y tanto Miryiam Bregman como Gabriel Solano ofrecen un desconocimiento soberano de la deuda por ilegítima (aquel que alguna vez promulgó como solución Alberto Fernández, pero después no se animó). Lo de Jesús Escobar va en el mismo sentido con la deuda, a lo que le suma congelar los precios por un año para combatir la inflación. Me parece poco y cuando sea será tarde. Patricia Bullrich dice que hay que salir del cepo cambiario y con eso blanquea la economía y llegarán las inversiones (lo mismo dijo Mauricio Macri en el 2015 y eso no pasó y terminó en el Fondo pidiendo plata en vez de generarla). Y hasta propone que en la Argentina se use el dólar y el peso como moneda corriente. Milei de La Libertad Avanza va más allá y fantaseó incluso con la dolarización. Y quizás eso pasa pero en negro. Y los precios se ajusten por dólar y por inflación. Y por estos planteos decía que la economía estaba en el eje de la campaña. Y estaría bueno que sepan cómo pagar la deuda, como conseguir dólares y como parar la inflación con el menor costo social posible. Y si no pueden a lo mejor no haber reconocido la deuda o parte podía ser una solución. Pero ahora los kirchenistas que criticaban el acuerdo con el Fondo de Guzmán y culpaban a Alberto Fernández quieren que Massa arregle cuantos antes para ganar la elección y no pasé lo que anticipa D´ Elía. Cuando la soberanía está en juego por la deuda (lo dicen Bregman, Moreno, Cúneo, Escobar, Solano, Castañeira y Grabois; Cristina ahora calla y Massa lo dice pero con miedo en medio de una negociación). A lo que Giardinelli le agrega el tema hídrico y recuperar el río Paraná para que las empresas no se lleven la plata que es nuestra. Y todos coinciden incluso Juntos por el Cambio que enarbolan banderas de república y cambio en vez de soberanía, que vamos a necesitar los recursos naturales para salir de la deuda: soja (que haya terminado la sequía colabora), gas (el gasoducto Néstor Kirchner ayuda), energía (Vaca Muerta avanza, pero también avanzan los mapuches en la zona dice Pichetto -aprovechando el traslado del Monumento de Roca del Centro Cívico de Bariloche- atentando contra recursos y Estado-Nación) y litio que triplicará sus ganancias para el año que viene, pero el tema es quién se las llevará (quizás los chinos por los yuanes que hay en las reservas). Porque todavía no pagaron y ya ajustaron. Reducir el gasto no pueden, dejar de emitir tampoco, devaluar menos, generar riqueza y conseguir inversiones: solo entregando el patrimonio y provocando después un daño ambiental. Entonces… Que se junten Larreta y Massa que según Malena Galmarini (candidata a intendenta de Tigre) son amigos hace 25 o 30 años y ella lo quiere mucho. Y le arme las listas a Milei como dice Viviana Canosa y no deje competir a Zamora en Tigre en la boleta de Massa como afirma Clarín. Y ahora parece que esta chica, hija del “Pato” Galmarini ex Secretario de Deportes de Menem, esposa de Sergio Massa, que maneja Aguas Argentinas y hace unos pocos días el agua salía sucia por las canillas de Lomas de Zamora como la plata que le debemos al Fondo o los desechos tóxicos que dejan las empresas extranjeras en el Río Paraná, puede ser la solución. O por qué creen que ahora en invierno hay días de calor.
