Soy adicta. Por Silvina Lérida

Soy adicta. Por Silvina Lérida

VIVIR DOS VECES

ESCONDÍA

Escondía lo que sentía, escondía lo que pensaba, escondía lo que comía, escondía…

Una mañana, el espejo, escondió su imagen.

PRÓLOGO

Escribir en primera persona esto, implicaba desnudar mi alma, y no creo estar preparada para hacerlo, sin embargo, necesito ponerlo en palabras.

Una vez, le conté esto, a un amigo, que me escuchó no sólo con mucha atención, sino también, asombrado y me dijo que debía contarlo, porque no todos conocen lo que es esta adicción, lo que produce, ni cómo nos sentimos lo que la padecemos.

Escribir sana, aún aunque no estemos conscientes de nuestra enfermedad y para ello a las letras hay que darles libertad, dejarlas que se expresen y que llenen los espacios en blanco.

Y al releerlo, salió la primera persona, agazapada.

Iba por la vida, viviendo, cubierta, cual cebolla, de cuantas capas fueran necesarias, para esconder, sin ser conscientedequé estaba tapando.

Había, con mucho esfuerzo y entrega, logrado conocer lo que significaba vivir en el cielo, sin todas esas capas.

Era un lugar donde los cables no tenían cubierta y todo se sentía como una montaña rusa.

Descubrió un mundo totalmente desconocido. No sólo pudo conocerse, sino que además pudo VER eso que la rodeaba, las personas, tomar conciencia que había también un otro.

Además, en ese cielo, conoció las palabras en toda su dimensión, a caminar, a mirar. Era, ni más ni menos, que  un niño recién nacido con 47 años.

Un proceso como de diez pasos, subiendo una montaña escarpada con una piedra gigantesca, que se reducía a medida que escalaba y sus pulmones volvían a respirar. Perdonarse, entendiendo lo que había sucedido y animarse a desnudarse, mirarse en ese espejo que ahora la  reflejaba.

Descubrir el escondite, el hacer consciente el acto de tapar , llorar y que esas lágrimas puedan vaciar el dolor que ni sabía que existía.

Y, ahora la pregunta del millón, ¿cómo se hace para vivir en el cielo?

El proceso es doloroso, escabroso. Se necesita aprehender un verbo : QUIERO. Saber la diferencia entre SOY y ESTOY , también es muy importante.

Así como el alcohol no produce el mismo efecto en quienes lo consumen, lo mismo sucede con esta sustancia.

La harina, “ayuda” a esconder, produce un alivio inmediato que obviamente a medida que se consume, se necesita aumentar la dosis y el efecto dura menos.

Durante esa desintoxicación, hay llanto, irritabilidad, dolor intenso de cabeza, frío, mareos. Pero, además se necesita que se produzca la cetosis, o sea un mínimo de cuatro horas entre cada ingesta.

Cuatro días para alcanzar la paz, a la que hay que sostener, porque se pierde en un segundo. ¿ Se puede volver? Sí, pero hay que pasar por todo lo anterior de nuevo.

¿Vivir en el infierno? Y sí. No sabía qué era, ni qué vivía ahí. Es un lugar oscuro, doloroso.

Hay conductas que son propias de los que estamos en ese lugar. Alejarnos, recluirnos, evitar mostrarnos, agresividad, conductas defensivas (aún cuando nadie nos ataque).

Una de las tareas más dolorosas, salir al mundo cada mañana.  Ver el ropero repleto de ropa preciosa comprada y elegida con tanto amor y que nada te entre. Tener que “elegir” lo mismo, porque hasta ir a comprar algo que te guste y ande implica recibir violencia. Una vendedora que te explica sin ninguna empatía  que no venden ropa para vos en ese lugar

EPÍLOGO

Hoy, con tanta terapia encima, consciente de lo que me pasa y porqué como cuando como, sin buscar victimizarme, porque sé que si estoy como estoy es sólo porque no quiero enfrentar lo que me duele, busco sanar y si a alguien más le pasa, que sepa que no está solo.

Silvina Lérida

Written by:

2.505 Posts

View All Posts
Follow Me :

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *