Quizás, en el amanecer tardío del imponente cielo
se esconda la felicidad que tanto ansío.
En el monopolio de las aguas, en el brío.
En los caminos de brisa que no veo.
En la ilusión perdida, en el deseo.
En los túneles de la imaginación, en el olvido.
En la pasión de los sueños. Imposible.
En la impenetrable selva que he perdido.
En la ausencia fortuita. Irreversible.
De un hermoso y lejano mes de agosto.
Donde el lugar y el tiempo que aún ansío
dibujan la imagen de aquel rostro
que estuvo y que tal vez esté conmigo.