Amanece en el horizonte fresco del río.
La luz nace, como lo hace sobre él, el brillo.
Un sol naranja y grande se alza calentando a la mañana.
Iluminando tanto como para que no se vea ninguna otra estrella. Dejando en claro quien es el dueño del cielo, en nuestro planeta.
Amanece para cada ser sobre la tierra,
despertando a la vida que en ella habita.
Y entre tantos que despiertan están ellas, las plantas con su clorofila.
Todo se concatena, en una armónica escena
entre todos funcionando como un ciclo exacto.
y mientras tanto yo también lo hago. amaneciendo en cada cosa que nace en mi, como brotes nuevos de semillas.
Porque al fin y al cabo, siempre hay inicios. Siempre hay un nuevo comienzo así como el sol comienza otro viaje sobre el cielo, que me dará la energía para sentirme vivo, para arrancar otro recorrido, otro nuevo desafío.
