La voz del callejón y de la cárcel. Por Gina Benítez

La voz del callejón y de la cárcel. Por Gina Benítez

¿Y si nombramos? Nombramos las voces calladas, aquéllas del paredón sin ni una propuesta, sin ni una palabra…

“Sabés lo que me banca la viejita. Siempre me trae los cigarrillos y comida; me dice que ella me dejaba en el jardín y yo lloraba, porque no quería que se vaya, ahora llora mi vieja cuando las rejas se cierran. Dice que odia ese ruido.”-Martín Amarilla.

¿Cuántos jóvenes están bajo sustancias? Jóvenes que pasan a ser adultos en silencio con un dolor inmenso que es sólo lo que encontramos en ellos…

No sólo se trata de drogas y abandono; hablamos de una tristeza interior y superior, que involucran al entorno familiar… ¿Sos una de esas madres que duermen en petición por su hijo/a?  Entonces enfoquemos auque sea una vez, en lo que es la piel del que duerme en un callejón sin salida…

¿Porqué callejón sin salida? Una vez me lo pregunté, y un día fui por ellos…

Y la respuesta a todo, fue que hay mucha gente rota, sin saber cómo pedir ayuda…

No se trata de ver qué hacen, ¡vos, lo ves consciente, ellos, NO!
No te tomes un tiempo en intentar juzgar, vos sabés, ellos no…

Te cuento cómo fue…

Hace unos nueve meses salía de ese callejón, un callejón donde antes se jugaba a la pelota, a la bolita, o lo que fuese, pero era un lugar de juegos, ¡de diversión! Hoy es ese lugar donde los mismos que corrían tras una pelota, corren por esquivar un par de balas…

¿El frío? El frío ya no se siente, sólo se siente el miedo y esa promesa que se hizo en familia, “voy a traer la comida de hoy”.

Se habla muy poco de lo que es el afano, lo que es vivir bajo presión y prisión…

Quiero dejarte un mensaje porque yo la viví, sé que es correr para salvar tu vida…

Sí. Hubo un antes y después, donde cenaba con mi familia, y un día fui por traer esa cena, ¡por mucho que duela!

Y por eso chicos, jóvenes y más… hay que hablar de las pocas sonrisas…

Hay noches que vos descansás, y a la par, hay madres sin dormir un minuto, porque en esas noches, te aseguro que los tranzas “se llenan de plata” y las voces calladas que son las que pagan, saben que son sus calles de alguna u otra forma, son malgastadas…

Los sueños se van apagando, aunque duela, ¡ellos son los protagonistas! ¡Sálvalos! Y no te preguntés porqué lo hacés, sino, hazlo…

Porque ellos, o nosotros, somos gente olvidadas, que si no nos dan una gota de amor, morimos en el intento…

Y no hablo de morir en alma y cuerpo, pero hay diferentes formas de morir. Unas veces tropezás y creés levantarte, y no podés cuando nadie te apoya…
Por eso hoy te traígo este mensaje, porque para los que estuvimos y están en adicción se apaga la ilusión de una nueva esperanza, y con tu amor y apoyo, ¡podremos ser salvos! Por favor, no nos veas como especie rara, somos igual a vos…

La única diferencia es que vos nos podés aportar sobre la vida y amor, y yo ya perdí la ilusión, ¡por eso, no te canses! Yo te necesito, y el “vago” de la cuadra de tu casa que se refugia cada noche ahí, en el viejo almacén, ¡también te necesita!

Mientras a otros le es una causa perdida, yo oro porque me ayudés, entonces, dame esa palabra, ¡la preciso!

A veces nos sentimos sin nadie alrededor, ¿si sabés cuántas veces oré porque llegués vos y me des una estrofa de aliento?

No dejes que mis sueños se fundan, ¡dame una mano con tan solo tu voz!

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4 comentarios en «La voz del callejón y de la cárcel. Por Gina Benítez»

  1. Nunca dejes de escribir con el con el corazón y con esa valentía y empatía por el mundo que te representa, sos mucho más que una escritora, sos la voz de los que no son escuchados o no se les permite hablar con libertad.

    Tenes muchas agallas y sensibilidad, gracias por darnos tu arte y por tu mensaje realista pero también de fe y esperanza, te quiero y te admiro mucho!!

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