La libertad que propone Javier Milei es la libertad del Uber o del trabajo remoto. Un individuo que se conecta a una app cuando quiere empezar a trabajar y se desconecta para terminar por un sueldo irrisorio, pero como lo hace muchas horas puede ganar mĆ”s. O una persona que trabaja desde la casa mientras hace la comida, lleva los chicos al colegio, ayuda a su madre, lava la ropa, limpia la casa, paga los servicios y atiende las 24 horas los mensajes de la oficina por whatsapp. En los dos casos pone su conocimiento y tiempo, computadora o auto o moto o bici, nafta o gas y arreglos mecĆ”nicos, conexiĆ³n a internet, paga mĆ”s de luz, etc. Mientras los empresarios e instituciones se ahorran millones en oficinas, servicios y convivencia y mandan a sus jefes o lo hacen solos a pedir cosas fuera del horario de trabajo con la excusa de que despuĆ©s se van a olvidar. Todo esto no serĆa problema si el dĆa durara mĆ”s de 24 horas, uno no se cansara y el pago alcanzara para vivir. Pero en una sociedad tan desigual como la Argentina donde la plata no alcanza lo Ćŗnico que se logra es que la gente trabaje, trabaje y trabaje. Y la gente lo hace por necesidad, pero cuando se lo dice un candidato o dos, como Horacio RodrĆguez Larreta y Diego Santilli en la campaƱa: āTrabajar, trabajar, trabajarā. La gente no los voto. Y cayĆ³ mejor: āViva la libertad, carajoā de Javier Milei. ConclusiĆ³n: la gente estĆ” tan alienada que no se da cuenta de lo que estĆ” haciendo. Que entregĆ³ su libertad a una compu o a un jefe caprichoso que sabe menos que Ć©l o a un telĆ©fono celular. Y ahora va a entregar parte de las decisiones de su vida a tipos como Javier Milei, Patricia Bullrich o Sergio Massa. Que en parte hace un aƱo estĆ” cogobernando tomando decisiones poco consensuadas con la poblaciĆ³n y el arco polĆtico. Con la poblaciĆ³n, porque pocos hubieran aprobado una devaluaciĆ³n de la moneda feroz y encima despuĆ©s de una elecciĆ³n. Y con el arco polĆtico porque ahora los empresarios, gobernadores e intendentes no quieran pagar la suma fija de $ 60.000 a sus empleados para compensar los efectos de la devaluaciĆ³n y la inflaciĆ³n que se disparĆ³ por desidia del gobierno y especulaciĆ³n desmedida de empresarios y comerciantes. Y la gente tendrĆa que hacer un paro de consumo, pero no lo hace. Se apura por hacer stock los primeros dĆas y despuĆ©s se queda sin plata creyendo que ganĆ³. Era lĆ³gico que la gente clamara por libertad despuĆ©s del aislamiento obligatorio provocado por la pandemia. Es lĆ³gico que el electorado piense en otro candidato de otro partido diferente a quienes fracasaron los Ćŗltimos aƱos. Tiene lĆ³gica que la gente sueƱe con poder hacer lo que quiera. El problema es que es una ilusiĆ³n. El capitalismo es muy lindo si vendĆ©s mĆ”s de lo que comprĆ”s y tenĆ©s plata para hacerlo. Con 50 por ciento de pobres, 50 por ciento de gente que trabaja en negro, 50 por ciento de empresarios que evaden impuestos, 100 por ciento de los argentinos endeudados por los prĆ³ximos 50 aƱos, no. Pero en las campaƱas se vive de ilusiĆ³n. AlfonsĆn decĆa: āCon la democracia, se come, se vive y se educaā. Y eso en parte no pasĆ³. Menem mĆ”s realista decĆa: āSĆganmeā sin saber a dĆ³nde (parecido a lo de Milei de hoy). Pero la promesa era el āSalariazoā y la āRevoluciĆ³n productivaā y eso no pasĆ³. Kirchner: āVengo a proponerles un sueƱoā. No fue tan ambicioso y funcionĆ³. Lo de Macri con: āPobreza 0ā, āGuerra al narcotrĆ”ficoā y āUnir a los argentinosā. No lo logrĆ³. Lo de Alberto: āTerminar con el hambreā y āCerrar la grietaā. Tampoco ocurriĆ³. Milei viene con āDolarizaciĆ³nā, āCerrar ministeriosā, āPlan Motosierraā y terminar con la āCasta polĆticaā y āLibertadā. Por mĆ”s que sea mentira. Al āOrdenā y āCambio profundoā de Bulltrich, todavĆa le falta una promesa concreta. QuizĆ”s ahora cuando salga a la cancha su futuro ministro de economĆa, Carlos Melconian. El āPlan Platitaā de Massa suena a poco despuĆ©s de una devaluaciĆ³n. QuizĆ”s el gobierno deberĆa poner un ministro de economĆa y dejar que Sergio se dedique a la campaƱa para que pueda prometer algo que no pasĆ³. El miedo a Milei o una nueva derecha que propone libertades falsas, no alcanza. La gestiĆ³n es mala. Cristina acorralada en sus votos duros que cada vez son menos. Alberto desaparece y aparece cuando le conviene. El famoso āViva PerĆ³nā se escucha bajo y no se ve en los barrios a āLa CĆ”mporaā. Los gobernadores le juegan en contra e histĆ³ricamente el peronismo se llevĆ³ mejor con los liberales que con los radicales. Y en esa lĆ³gica habrĆa mĆ”s chances de un acuerdo entre Massa y Milei, que entre Massa y Bullrich o Bullrich y Milei. Por mĆ”s que Macri admire a Javier porque piensa que va a ser lo que Ć©l no se animĆ³ o no supo. La lĆ³gica tambiĆ©n dice que Milei y Bullrich deberĆan eliminarse entre sĆ y uno de los dos deberĆa ir a un eventual balotaje con Massa. Pero en la Argentina nunca se sabe. La gente quiere ser libre pero no sabe de quĆ©.