Bandido. Por María Margarita Pérez Vallejos

Bandido. Por María Margarita Pérez Vallejos

Veredaprosa

Cuando dijiste que te ibas, ya te sabía ido y sólo esperaba un mensaje entre líneas porque no darías la cara. Todo lo avisas cuando ya “ha sido” y lo peor es que la culpable soy siempre yo. O sea, ¡Qué mala que soy! Creo que me estoy convenciendo… Bueno, ya. Oye, bandido, tuviste que elegir esta fecha en que una anda más estresada, pero, qué tanto, si siempre nos estresamos. Yo cuidé mi palabra para no ofenderte y que no me culpes más de tus barrabasadas. Sé que vale de nada porque igual, soy -la mala mayor-: mentirosa, descuidada en el amor -la que no da ni dos segundos de su tiempo- ni dos segundos. ¿Contaste hasta mil antes de hablar? ¿Fue así que dijiste, verdad? Yo suspiro, sonrío y pienso que por este motivo, mucha gente no cree en el amor. Se toman en serio las palabras de despecho de alguien que siempre quiere ser protagonista en la vida, el pobrecito y tú lo eres siempre. Yo me tomo el tiempo en que estoy y no haré lo que dijiste. Que busque “otro” ¡Qué feo! Sabes que no tengo necesidad de buscar. ¡Bandido! Tenía que ser para septiembre. Creo que me voy a la peluquería, típico de mi género en cosas como éstas. Salgo con mi hija, total es víspera de Fiestas Patrias y hay que celebrar -si se puede- con zapatitos nuevos para taconearla. Oye, bandido, ni se te ocurra buscarme porque ya me cansé. Por eso escribo. Por si acaso, de pronto el amor de nuevo te baja, búscame ayer, mañana, un día martes de cualquier semana, de cualquier año, en otra Galaxia, en un Epitafio, o qué sé yo. No me encontrarás en mis Hoy porque no hay más para ti… ¡Bandido!

Desde Temuco, Chile

Written by:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *