Hoy pararon los trenes , está todo colapsado.
La gente de malhumor por no poder llegar a sus trabajos. Los colectivos repletos de pasajeros, que se respiran en la nuca unos a otros, lo mismo en el subte.
Más allá del reclamo -justo-, se complica la vida de todos.
Mi visión de la realidad por ser una simple escritora y no periodista, es más romantizada sobre la situación.
Ningún jubilado puede vivir con 37.000 pesos,- si no me equivoco-, siendo este el haber mínimo. Son nuestros abuelos, nuestros viejos; los que se esforzaron haciendo producir al país.
Alguien puede comer, pagar , remedios, alquiler? No es posible.
Entonces es verdad, hoy es un caso para viajar. Pero si nos ponemos un poquito en el lugar de ellos y dejamos de mirarnos siempre a nosotros? Digo , solo por hoy, para que el caíste no nos atraviese como personas, como sociedad y se convierta en violencia.
Desde Ciudad de Buenos Aires, Argentina