¡Hola Diana, querida! ¿Qué hacés? Te hablo con confianza como si te conociera, para animarme a decirte lo que te quiero decir. ¡Las Malvinas son argentinas! No lo digo yo, lo dice la plataforma territorial, la Constitución Argentina, las escuelas y colegios que nos educaron y un montón de tratados internacionales abalado por las Naciones Unidas. Después qué querrán los isleños lo podemos discutir. Como podemos discutir qué tipo de país querés vos y qué tipo de país quiero yo. Pero eso no significa que seamos de países distintos. Tampoco cantar en la ducha en inglés te hace pro yanki o inglesa, que es lo que te gustaría. Y si conseguís un pariente del Reino Unido aunque sea lejano, podés sacar ciudadanía. O si te hubieras casado con un inglés. Pero eso no pasó. A vos te gusta dar entrevistas a diarios ingleses como el The Telegraph y hablar de la autodeterminación de los pueblos al estilo Lenín. Porque cuando te conviene sos de izquierda y decís “Que los isleños de Malvinas deben discutir su propio destino”. “Que pueden pasar muchos años pero no se puede imponer una decisión a otras personas, ni a los argentinos ni a nadie”. “Que ya a no se puede imponer decisiones, eso tiene que terminar”. ¿Y qué decisión le queremos imponer? La de ir a los organismos internacionales y reclamar nuestro derecho legítimo sobre las islas Malvinas. Decir que no puede venir un país lejano y apropiárselas porque tienen más armas y poder. El imperialismo se terminó hace un montón de años y el colonialismo también. O eso debería. Pero vos le preguntaste a los Kelpers si querían ser argentinos o ingleses y te dijeron algo que los demás no sabemos. O a lo mejor quieren ser un país independiente o deberíamos tener una soberanía compartida. Alguna vez alguien pensó esa solución para Jerusalén y no resultó. Olvidate de la plataforma territorial y de la Constitución Argentina. También de lo que nos enseñaron en la escuela primaria y secundaria. Y cagate en los tratados internacionales y en la ONU y en los distintos reclamos por Malvinas de los distintos gobiernos argentinos. ¿Desde cuándo se le pregunta a los habitantes de qué país quieren ser? O alguien le preguntó a la nación mapuche o a los kon si quieren ser argentinos. Y quizás te digan que no. Pero no salís a enarbolar banderas por ellos. Ni decís que hagan lo que quieran. Le tiran todo el poder del Estado encima. A lo mejor porque Milei te prometió que si eras presidente te hacía canciller. Y enseguida te pusiste a armar reuniones con embajadores de otros países. Y armaste una con el de Filipinas porque fue el único que te dio bola hasta hoy y es una isla. Y te olvidaste que vos sos candidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires y sería mejor que te concentres en eso y digas que leyes vas a proponer. Porque diputada con los votos que sacó La Libertad Avanza en la capital casi seguro que sos. En cambio de que gane Milei y que vos seas canciller está por verse. Malvinas es un tema complicado. Más para los que tenemos cerca de 50 y por edad estuvimos cerca de ir a la guerra o teníamos miedo después de hacer la conscripción. Ni que hablar los ex combatientes, la locura de Galtieri de meternos en esa guerra siniestra para salvar su dictadura, incluso las declaraciones de dinamitarlas que alguna vez dijo Perón. Por suerte yo saqué número bajo y después la lamentable muerte del soldado Carrasco eliminó definitivamente el servicio militar y muchos se salvaron de hacerla. Y a los pibes de hoy cuando le hablás de estas cosas no saben de qué le estás hablando. Pero parece que los ingleses que toman decisiones te escuchan a vos. Y le dijiste que hoy estamos en el peor de los mundos, porque ni Gran Bretaña ni Argentina pueden hacer un uso razonable de los recursos. Y Cúneo se la pasa diciendo que se llevan los peces y minerales sin control. Y cuanto más vínculo tengan los isleños con el continente y la Argentina mejor para todos. ¡No te parece! Pero vos proponés una solución al estilo Hong Kong con una transferencia gradual de soberanía de Gran Bretaña. Cuando la Constitución Argentina afirma que “la Nación Argentina ratifica su legítima e imprescindible soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional”. “La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del derecho internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino”, asevera la Constitución Nacional. Y no te voy a caer por tus opiniones como hicieron Federico Pinedo, Guillermo Carmona, Santiago Cafiero, etc. Pero sin diálogo y sin negociación no hay acuerdo posible. Y por ahí habría que encarar. Ese último mes, el Secretario de Asuntos Exteriores inglés, James Clevery, había insistido con que “las islas Malvinas son británicas”, después de que el gobierno argentino le informara que daba por terminado el acuerdo de supuesta cooperación binacional denominado “Foradori-Duncan”, firmado por la administración de Mauricio Macri, y resolviera reanudar las negociaciones en el marco de las resoluciones de la ONU. En esa agenda se contempla además el diálogo y negociación sobre medidas que hagan posible que los isleños accedan a los beneficios que la República Argentina ofrece en el marco del derecho nacional e internacional. Con lo que expresiones como las que lanza Modino han sido características de gobiernos desmalvinizadores. Su compromiso con la soberanía nacional es nulo y manifiesta su predisposición a violar la Constitución y el derecho internacional que asiste a la posición argentina. Lo mismo su líder Javier Milei cuando piensa en cerrar el Banco Central, dolarizar, cerrar ministerios, etc. Si su única carta es que Estados Unidos e Inglaterra lo asistan, estamos jodidos.
