Te escribo a vos. Que a lo mejor como Baby votaste a Patricia Bullrich en las elecciones generales. Que tambiĆ©n como Baby te ofendiste cuando al otro dĆa de las elecciones Javier Milei fue corriendo a la casa de Mauricio Macri a arreglar no sĆ© quĆ© cosa. Ā”Que quizĆ”s ya se cayĆ³! Y llamaste a un amigo tuyo (como Baby a Gerardo Romano) y hablaron de polĆtica, recordaron a AlfonsĆn, festejaron los 40 aƱos de democracia y decidieron no pelearse mĆ”s. Y emularon el abrazo PerĆ³n-BalbĆn, como dijo Patricia fue el suyo con Milei. Pero despuĆ©s te arrepentiste. Te acordaste de Cristina, de La CĆ”mpora y de MĆ”ximo Kirchner y le volviste a decir a todo el mundo que habĆa que votar por Milei. Pero despuĆ©s viste el debate y otra vez dudaste de las aptitudes de Javier para ser presidente. Dudaste tambiĆ©n del acuerdo con Macri cuando no viste a ningĆŗn referente de Juntos por el Cambio entre los invitados de Javier. Y solo viste enojados. Con los periodistas, con los medios, con los empresarios, con el Banco Central, con el peso argentino, con las Malvinas, con la soberanĆa, con los deberes del Estado, con los sindicatos, con los enfermos, con los que van a la universidad pĆŗblica, con los que no creen en el libre mercado, con los que reclaman diferente a vos, con los que viajan en tren y con los que tosen. Y sobre todo con los que no votaron como vos. Y hasta pensĆ”s en votar en blanco, impugnar el voto o hacer un viajecito aprovechando el fin de semana largo y el previaje promovido por este gobierno al que odias.
Un gobierno que tiene una deuda social enorme y un montĆ³n de problemas. Pero que no contrajo la deuda criminal que hoy nos condena. ĀæY yo no quiero que mi hija se endeude? Y no apoyo a presidentes como Macri ni proyectos polĆticos que endeudan al paĆs locamente y que lo pague el que venga. Y el que viene no es Alberto o Massa, sino mi hija de 9 aƱos. Y los presidentes deberĆan dar el ejemplo alguna vez.
Un gobierno que no serĆa competitivo en esta elecciĆ³n si la oposiciĆ³n no se hubiera presentado dividida y hoy tuviera que enfrentar a otro u otra que no fuera Milei. Ā”Pero es Milei! Y fue Milei esta vez el que me hizo peronista. No me enamorĆ³ Alberto, ni Massa, ni Cristina.
Y yo entiendo perfectamente que despuĆ©s de la pandemia, la inflaciĆ³n y sucesivos errores de gestiĆ³n y coordinaciĆ³n quieras cambiar de color polĆtico. Pero el color se volviĆ³ agresiĆ³n. Y desde chico peleo contra el egoĆsmo, contra el maltrato y contra la violencia. Y contra los hombres adultos que gritan y golpean la mesa. Y Milei encarna mucho de eso en mi opiniĆ³n. Ā”Imaginate si fuera presidente! ĀæCĆ³mo le explico a mi hija que tenemos un presidente que insulta, que agrede y que grita? ĀæCĆ³mo le digo que eso estĆ” bien? Que estĆ” bien enojarse, gritar y golpear la mesa. Y no tengo que ir a recuerdos personales para saber lo que viene despuĆ©s.
Seguramente hay mucho para cambiar, pero Milei no es el cambio que yo quiero. Tampoco es cambiar por cambiar. Y quizĆ”s me arrepienta de votar a Massa o me la pase reclamando lo que falta a su gobierno todo el tiempo. Pero si voto a Milei no podrĆa mirar a los ojos a mi hija.