La miro.
Cierro los ojos.
Los abro y al verla, siento.
Que no es posible ver con los ojos,
lo que al cerrarlos, veo.
Es la mas acabada de las miradas, pienso.
La del alma, la de adentro.
Por esta belleza
no quiero que pase, el tiempo.
Para que en mí, eterna sea.
Y si así no lo fuera
querría sentirla hasta mi partida.
Cuando ya mis ojos abrirse no puedan.
Es que es tan bella!
Mi amada, Lorena.
Que aún allí la vería,
mas allá de la vida.
Porque el poder del amor
Me lleva a su regazo,
el cual habito.
A su mirada,
A su sonrisa tibia.
En cada latido.
En cada caricia.
En su voz calma.
En todo su ser.
Incomparable “Pelito”.
Porque en esta certeza,
radica la magia
que bendice mi alma.
Porque se cerraron mis alas,
y en su amor anidan,
compartiendo su tierra,
y sus alas divinas.