Una flor a escondidas. Por Juan Botana

Una flor a escondidas. Por Juan Botana

Despertar de ojos grises

sonriendo la vida

el puño bien alto,

las piernas arriba,

Una risa y un pedo

                               O dos

Una flor a escondidas

sobre mi sonrisa

Como mariposa

buscaba la sombra

de la despedida

días tristes del alma

un olor a alondra

mi mano lavanda

enyoyada en su pecho

Una risa y un pedo

                               O dos

Una flor a escondidas

sobre mi sonrisa

Parecía

que los brazos de la noche

abanicaban su llanto

Nos reímos como locos

-cuanto, cuando-

soñando acunados

mañanas de día

Ojazos de cielo

despegando,

mirando

-tanto. cuanto-

Una risa y un pedo

                               O dos

Una flor a escondidas

sobre mi sonrisa

Golpeó la puerta

un perfume que queda,

con fragancia a lilas

Sillón de mimbre

que cruje,

te hamaca dormida

Del sol cae de pronto

una margarita

en tu body de flores

Una risa y un pedo

                                O dos

Una flor a escondidas

sobre mi sonrisa

Hojas de viento

quebrándose

marcan mi sendero

de huellas visibles

y solté las riendas

de mis ganas perdidas

La boca de viento

arrancó el eructo

-por fin, al fin-

Una risa y un pedo

                               O dos

Una flor a escondidas

sobre mi sonrisa

En una mañana

repleta de flores

En el corazón verano

del otoño fresco

En el viento que sopla

como mariposa

Ahora es cuando

necesito me escuches

-ahora es cuando

y es ahora cuando-

lo que quiero decirte

para que no le hagas caso,

en tal caso,

a lo que quiero que oigas

Escuchá otras voces,

aunque suene más cálida

mi voz conocida

Mi voz dolorosa

y una flor guardada

en un ojal que encandila

Una risa y un pedo

                                O dos

Una flor a escondidas

sobre mi sonrisa

Sentí viajar

sus ojos grises

en los míos marrones

y es cercano el otoño

y te acarician mis besos

como babas de fuego

Hojas secas del viento

que se van chocando

contra las ventanas

y las abren

Inclinado a su cuna

lanzo mis únicas redes

para pescar la ola

de tus ojos de mares

No te pido que cierres

mis ojos profundos

                              todavía

Se parecen tus pies

a los caracoles blancos,

a los berberechos

que juntaba en la playa

Ha venido a dormirte

un volado de sombra

verde agua bordado

volando despacio

como mariposa

Me guardé las ganas

de abrazarte de nuevo

-si igual habrá otras-

y tembló en la noche

su vestido de besos

mientras te dormías

Una risa y un pedo

                               O dos

Una flor a escondidas

sobre mi sonrisa

Nadie nos vio tan cerca

con las manos unidas

en que la noche de azules

se escondía del mundo

A veces a suerte,

como una moneda

de su “patria o muerte”

a lo cubana

que en la billetera guardaba

Un pedazo de sol

en mi andar retenía

Una risa y un pedo

                                O dos

Una flor a escondidas

sobre mi sonrisa

Yo te recordaba

con mi alma apretada

antes que nacieras

de esa tristeza amarga

que escondo y conoces

Porque me viene ahora

tanto amor de golpe

cuando me acerco a mirarte,

a buscarte,

a levantarte,

a dormirte,

a acariciarte,

-cuando, cuanto-

cuando me lo pidas

y te quedas dormida

en mis ojos mirándote

Una risa y un pedo

                                O dos

Una flor a escondidas

sobre mi sonrisa

Como fuera del cielo

tu mar de ojos grises

eclipsó mi luna

Vendaval de noche

enterró las campanas

de mi desconsuelo

Pájaros que revolotean

las amarillas flores

como mariposa

-otra vez-

tirando al olvido,

la soledad envuelta

de sueño y silencio

                               se fueron

como un racimo de uvas

entre mis brazos llenos

cada día se fueron

Una risa y un pedo

                                O dos

Una flor a escondidas

sobre mi sonrisa

Se fueron los pájaros

y con ellos el viento

Me acompañarás

hasta el último grito

de amor que te llame

y ya no respondas

y ya no me busques

Sin embargo correrá siempre

mi amor clandestino

por tus ojos hoy grises

Porque nos habremos visto

tantas veces antes ,

tantas mañanas,

tantas tardes y noches

mirando la suerte

que nos toque vivir

y ya no dolerán tanto

las cosas que mires

-espero, deseo-

ni las mías

Mientras…

Se desviste la lluvia

de tu body de flores

Porque te tengo guardadas:

flores grises,

alondras,

lilas,

caracoles,

berberechos,

puños,

piernas,

libros,

monedas cubanas de su “patria o muerte”,

palabras no dichas,

miradas,

mimbre,

besos en los ojos,

mariposas,

viento,

sombras,

pájaros volados sobre mi cabeza,

bordados,

volados…. Verdes y fucsias

Poemas escritos con tu voz descalza

Despertar de ojos grises

sonriendo la vida

el puño bien alto,

las piernas arriba,

Una risa y un pedo

                               O dos

Una flor a escondidas

                               O tres,

O cuatro, o cinco…o seis

-cuantas-

siete, ocho, nueve

Tantas margaritas traía tu body

que ya no me acuerdo,

la flor que tenía,

guardada

para dártela,

donde la escondía

 

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