Entrevista con la cantante dominicana que da vuelta al mundo
Nacida en Santo Domingo, República Dominicana, cuna del denbow -ese género de los barrios populares con letras crudas y a veces ofensivas que encanta a las clases altas globales-, Tokischa se proyectó al mundo y tuvo el privilegio de hacer canciones y videos con Madonna, Rosalía y J Balvin. Sus temas pueden ser revulsivos pero nacen de su experiencia en un país donde, dice, “nos crían a palos”, el aborto está prohibido, el turismo sexual está instalado pero de sexo no se habla ni en la casa ni en la escuela. Ahora está en campaña con el lema “Popola presidente”, una forma local de llamar a la vulva aunque insiste en que ésta no es ni femenina ni masculina.
“Popola para mí, más que representar simplemente lo que es la vagina, representa lo que es ser mujer. Representa feminidad, representa el poder femenino, la vida, porque todo el mundo nació de una mujer. Entonces yo, como mujer, me siento una mujer empoderada. Porque yo hago lo que quiero, soy lo que quiero ser, tengo un poder de representar lo que soy, la libertad”. La que habla es Tokischa en un mood espiritual detrás de una pantalla negra, durante una pausa de su ensayo para el show que dio en el Lollapalooza chileno, a pocos días de su llegada a Argentina. El motto de su gira: “Popola presidente”.
Su PR le advirtió a esta cronista que no se sorprenda si Tokischa elige no prender su cámara. “Está cansada”, explica su manager de prensa, “de tanto viaje”. Durante la entrevista, su voz llega desde el vacío enigmático de un avatar anónimo en una reunión de meet. Habla como quien acaba de salir de una clase de aerobics. A la pregunta de rigor acerca de cómo se siente antes de su visita a Argentina, contesta que “feliz”, pero que le gustaría “tener más tiempo para vivir la fantasía de salir a pasear en taxi por la ciudad” mientras escucha a Nathy Peluso. También quisiera tomarse “un tecito con Cazzu”, que es su amiga desde hace muchos años y a quien conoció en Santo Domingo.
-¿Querrás decir “un matecito”?
-¡Sí, un matecito!
¿Qué otros artistas argentinos te gustan, o con quiénes te gustaría colaborar?
–También tengo un amigo allá (en Buenos Aires) muy bacán que se llama LGante, ¿lo conoces a LGante, no? Estoy loca loca loca por sacar una canción con él, pero todavía no hemos coincidido para terminarla y hacer el video. -Dice, como quien tira una bomba, y no da más detalles.
Tokischa es la primera dominicana en tocar en el Lollapalooza Argentina y eso le hace mucha ilusión. La semana anterior a ese festival se hizo viral al asistir a los Premios Lo Nuestro (una premiación de música latina que se realiza en Miami) con un diseño de Jean Paul Gaultier y un bigote falso para usar la alfombra roja como escenario de su performance presidencial. Aunque no ganó, remató la noche yendo a un bar de strippers en Miami donde se sacó fotos haciendo llover dólares sobre las bailarinas, personificando a un congresista de trampa.
No es la primera vez que rompe internet participando de una gala de este tipo: hace unos años asistió a los premios Billboard con un look camp que representaba la mantilla de una virgen, pero toda la estructura tenía forma de vulva. En esta personificación celestial, su cabeza era el clítoris y puso a rezar a Bad Bunny. Lo que se dice una verdadera iconoclasta de la concha.
-¿Qué quiere decir “Popola Presidente”, el concepto de tu gira y de tus próximos shows?
-Tengo una carrera por la que he trabajado muchísimo. Siento que estoy en un momento presidencial, donde ya tengo un posicionamiento frente al mundo; me siento elegida, me siento una presidente. Me siento tan mujer, tan empoderada, tan poderosa, me siento con ese, ¿cómo decir? esa fuerza masculina y femenina. Cómo yo he luchado, yo he trabajado, cómo yo he sido juzgada, cómo yo me he enfrentado contra el mundo. Con esa fuerza también varonil, con esa rudeza de un hombre. Para mí, entonces, representa feminidad y masculinidad.
¿Siempre te sentiste así de presidenta?
–Presidenta no, presidentE
Tiene 27 años y una carrera meteórica. Creció en un barrio popular de Santo Domingo y, al salir del colegio, aprendió inglés para trabajar en un call center. Como forma de saltar por encima el laberinto de la explotación laboral extrema, (que advirtió enseguida), resolvió empezar a ser trabajadora sexual y tener como cliente a “un gringo viejo que buscaba a una taína joven y bonita”, que había conocido en Internet. Un cuento que se contó mil veces en una isla donde una de sus Marca País es el turismo sexual. Aunque a ella él le parecía desagradable, (sobre todo detestaba hacer como que él le caía bien), le era muchísimo más redituable que el callcenter y le sirvió para empezar a invertir en su proyecto como cantante. “De todas formas”, recuerda, “yo prefería estar con ese viejo dos veces por mes que pasándola mal todos los días y ganado menos en el cubículo de una oficina”.
¿En qué momento dejaste a ese cliente?
Cuando me hice mi propio Only Fans durante la cuarentena. Inmediatamente empecé a conseguir dinero. Imagínate lo mal que la iba a pasar yo en la cuarentena sin que ese viejo pueda viajar a República Dominicana. Todavía sigo subiendo contenido erótico. Porque me gusta el morbo.
El mes pasado celebró San Valentín compartiendo un encuentro con una organización de trabajadoras sexuales de Santo Domingo, OtraSex, de quienes se siente compañera. “Me conmovió más de lo que yo pensé que me iba a conmover”, reflexiona, “porque la mayoría de trabajadoras están ahí para ayudar a sus familias, para echar pa’lante, alimentar a sus hijos, muchas veces en situaciones desesperantes. Eso es lo que me pasó a mí. Cuando empecé a trabajar en el call y ver lo que era ganar dinero, que mi padre no podía mantenerme y que no podía apuntarme a la escuela de arte porque tenía que trabajar todos los días, pagar la renta, pagar pasajes, pagar comida, ¡me estaba volviendo loca!”.
Desde que el fotógrafo Raimy Paulus empezó a producirla hace casi diez años, se convirtió en una figura mediática irritante de alto voltaje en su país. Ha sido censurada sistemáticamente por sus letras, fue el eje de infinitos debates y se le prohibió la entrada a la ciudad de Las Vegas, por haber posado en tanga frente a la estatua sagrada de la virgen de esa localidad. “Los cuero (las putas) también oramos”, escribió en su post, donde se la ve rezando junto a la imagen religiosa con media bucaneras.
A nivel mundial es un fenómeno pop que juega en las ligas mayores. En menos de tres años hizo un Tiny Desk y colaboraciones con Anuel, el Alfa, Marshmello y con J Balvin, con quién rodó “perra”; un clip que fue acusado de ser racista y banneado, porque aparecían mujeres negras gateando y siendo llevadas de una correa. Esta cuestión BDSM no fue bien recibida por todos, pero ella la adoptó como su marca registrada y en sus shows se acuclilla para tomar agua de un platito de perro a los lengüetazos.
En 2022 participó en dos canciones de Motomami, el álbum de Rosalía, que evocan una fantasía de erotismo queer. “La combi Versace”, un himno nocturno que imagina cómo las marcas de alta costura se pasean por el barrio (“estilazo Versace saliendo del callejón/ Desfilamos Dior custom en el colmadón/ Con la tanga Gucci en una cola de motor/ Me llevo todo el mall montá’o en un camión) y “Linda”. En este último track puso a la catalana a rematar todo el slang dominicano y a cantarle “las amigas que se besan son la mejor compañía”. (“Le tiro un besito a la mami que me disfruta/ le muerdo el cachete como si fuera una fruta/ siempre llego tarde porque me invento la ruta/ Le escupo la cara al tiempo como si fuera mi puta”). Con el productor y dj Marshmello también hizo, ese mismo año, #EstilazoSexual (ser perra está de moda), con un flow mucho más pop.
¿Cómo te sentiste colaborando con Rosalía? ¿Ella te llamó después de tu canción con J Balvin?
En realidad, los dos me llamaron al mismo tiempo. Y con Rosalía…(suspira y ríe como entrando en una ensoñación fantástica) para mí es una súper artista. A mí me encanta, me encanta la forma en la que ella hace su música, la forma en la que ella baila, cómo hace su entrega y… ¡bueno, todo! ¡Todo lo que ella hace!
The New York Times, Vogue y diseñadores top como Gaultier la quieren bien cerca, y la tienen de musa de sus shootings. Pero la que más quedó hipnotizada con Tokischa fue Madonna, con quien hizo una remake de ‘Hung up’ con un beat dembowcero desacatado. Juntas asistieron a la Semana de la Moda en Nueva York y rompieron internet con los videos que subieron de ellas dos chapando en la primera fila de los defiles más top.
¿Cómo fue que llegaste a colaborar con Madonna?
–Bueno, Madonna tenía su fiesta en el Pride en Nueva York y todas las artistas invitadas, como yo, éramos queer. Entonces me atreví a pedirle que hiciéramos algo juntas y a ella le gustó la propuesta.
¿O sea, vos le planteaste ‘Madonna, hagamos algo’?
–¡Ja! Bueno, sí…y mi manager, claro. Y luego fuimos al estudio. Ya nos veníamos hablando por whatsapp. Y cuando al fin la vi llegar…¡uf! ¡Cuando la vi llegar! Me quedé como…(suspira) ¡ah, Madonna! (Habla como si fuese el emoji que en vez de ojos tiene corazoncitos). Sentí lo mismo que con Rosalía. Quedé impactada.
La atracción entre ambas fue instantánea. En el video que hicieron juntas se chapan por todos lados, lengua sobre lengua y teta contra teta en una rave hardcore, que termina con ellas orando en tanga frente a un altar con imágenes de santitos y, claro, vulvas. Vulvas santificadas. En el registro de su show en vivo, Tokischa la agarra del culo y la eleva por los aires mientras le suministra un chape profundo, que hasta conmociona a la cantante de “Erótica”. Si fuesen una relación kinky de dom y sum, no se sabría quién ocuparía cada rol.
¿Qué es lo que más te perturba?
Era septiembre del 2022 y para esa fecha Tokischa estaba lanzado “Delincuente”, tal vez su sencillo más stremeado hasta hoy (52m de reproducciones en YouTube), con la colaboración de Anuel (el ex de Karol G y uno de los más grandes exponentes boricuas del reggeton) y Ñego Flow. Los posteos para promocionarlo la mostraban a ella sentada en un inodoro, en un baño que podría ser el de cualquier casa de barrio. Al lado del inodoro hay un tachito de plástico con bollitos adentro, una jabonera de plástico también, un rollo de papel higiénico arriba de la mochila, los azulejos saltados y una ducha sin mampara. En la descripción de la locación del posteo, puso: “Cagando”. Esta imagen costumbrista cool se explota en el clip de esta canción, donde juega con referencias visuales de lo suggar baby y lo erótico explícito, sobre una base de dembow. Dos colitas, estética ultra femme y flow lolita trash.
¿Qué es lo profundamente perturbador, hipnótico y pegadizo de ella? ¿Qué con 27 años tenga una vibra de adolescente desacatada? ¿Que sea mujer y no haga letras que conformen al feminismo? ¿Que da vergüenza ajena pero también envidia? ¿Que vaya a una alfombra roja vestida de concha para ser el centro de la conversación y hackear la premiación? ¿Que no haga el show del amor propio cada vez que sube una foto donde se le ven las estrías? ¿Que redoble la apuesta de lo soez de las letras, haciendo que Bad Bunny parezca un recatado? ¿Ver a una chica afro de un barrio popular dominicano con ropa de Balenciaga? ¿Que sea trabajadora sexual y venda videos eróticos en OnlyFans porque le gusta el morbo? ¿Que muestre todo el tiempo que tiene tetas que no apuntan al techo y que tiene pezones grandes y oscuros? ¿Que no se haya borrado sus tatuajes crotos con la tinta explotada, que seguramente se hizo hace años, y que cualquier otra cantante ya se habría sacado?
¿Qué es lo que les pica a los grandes popes del dembow dominicano? ¿Que en un país ultra machista la que realmente está triunfando en el exterior, pasándoles el trapo y grabando con Madonna sea una piba, y no uno de ellos?
¿Que trascienda la categoría de punk disruptiva para entrar en el terreno de lo inclasificable?
(“Quiero meterte en mi habitación/quítate los Jordan, quítate el pantalón/ Ven, que te espero sin panty/ Arriba del gavetero es que tengo tu condón/ Déjamelo echando leche/ y no hagamos mucha bulla que mi hermano no se entere/ que tengo un delincuente en mi cama/ que me rompe el culo en cuatro después que me lo mama”). “0% groserías. 100% cariño. 100% para escuchar con la abuela (emoji de corazón)” le comentó un usuario en YouTube.
¿Cómo surgen tus canciones? Por ejemplo, “Desacato escolar”, donde hablas de la sexualidad en la adolescencia, “Perra” o “Delincuente”. ¿Cómo es tu proceso creativo?
–“Desacato escolar” la íbamos a grabar con el hijo de un locutor de República Dominicana y el niño era menor en ese momento. Yo le pregunté si estaba en la escuela y me dijo que sí, y de ahí salió esa idea. “Perra en calor” me salió un día que estaba en una cabaña, que es como un motel que uno alquila por cuatro horas para tener sexo, y por el sonido del sexo oral que me estaban haciendo, yo sentí que sonaba como un perrito bebiendo agua en su plato, y de ahí me salió “soy una perra en calor” (explota en risas). Y “Delincuente” es porque cuando yo vivía con mi hermano metía a un delincuente en mi habitación siempre, escondido. Y un día estaba pensando en él y escribí esa canción, conté cosas que hemos hecho, y también una que otra fantasía que tenía en ese momento.
Antes hablabas de que, para vos, “popola” significa un cruce entre lo femenino y lo masculino. En el Caribe en general hay una imagen de la mujer muy asociada a lo ultra femenino, sobre todo en el ámbito de la música urbana. Mucho cuerpo barroco a lo Kim Kardashian, uña de acrílico, pestaña postiza, botox, tacos, vestidos ultra ajustados. Vos no entrás en ese lugar. ¿Cómo te sentís con eso? ¿Siempre fuiste así?
–Hoy en día la belleza está muy materializada en la mente de las personas, enfocada en el maquillaje, en el pelo largo, en las uñas acrílicas, en el cuerpo perfecto, en la cara perfecta. Para mí la belleza es la sencillez. Me gusta la naturalidad. Me gusta ser sencilla. Desde niña siempre me gustaba la ropa de varón por lo cómoda que es. Pero óyeme, para mí no hay un look más cómodo y con más flow que un pantalón de hombre y un poloche (remera) de hombre. Veo las uñas acrílicas y me encantan, pero no son mi estilo. Desde niña fui absorbiendo eso y aprendiendo de las actitudes de los hombres para defenderme de ellos. De los mismos hombres de mi familia. Y eso ahora lo incorporo en mi arte. Cuando era pequeña, por ejemplo, me obligaban a usar brasier, mi propio papá me obligaba. Porque a los 11 años ya me acosaban en la calle. ¡Pero no es mi culpa que sexualicen a las niñas! Ahora no tengo papá que me obligue a usar brasier.
¿Cómo crees que impacta en un país tan machista como República Dominicana que vivas tu sexualidad con tanta libertad?
–Yo me siento libre con mi cuerpo. Me encanta hacerme mis fotos eróticas, ¿sabes? Yo encuentro muy, muy, muy raro que me digan, por ejemplo, que si yo ando sin brasier o me hago fotos sexys, después no pueda exigir respeto. Que me digan que no me respeto ni a mí misma. Pero esas personas que dicen eso de mí, ¿cuidan su cuerpo, su mente, su ALMA tanto como lo hago yo?
(“Soy una nena rebelde, Me botan de la escuela porque quemo de la verde/ Encima de la profe, me fajé con el conserje/ La directora no me quiere porque le armé una orgía en el recreo con to’a la’ menore’/ En esa escuela, me cogí hasta con lo’ maricone’/
Me chеquearon la mochila, encontrán una Gillette, par cuchillo’, un cigarrillo y como diе’ condone’/ desacato escolar/ Donde está la verdadera calentura vaginal”)
De todo su repertorio, “Desacato escolar” es su canción más polémica. Es difícil no leerla por fuera de su contexto: República Dominicana es el país de Latinoamerica con mayor tasa de embarazo adolescente: más del 20% de las mujeres dominicanas es madre entre los 15 y los 19 años. La ESI está prohibida, el aborto en todas sus circunstancias también y el sexo entre niñas y adultos es algo tan común que básicamente está institucionalizado.
El mes pasado se hizo viral la noticia de que un grupo de alumnxs tenía sexo en el colegio y vendía ese contenido de forma virutal. “Uno critica, y yo critico, las letras muy, muy vulgares de muchos dembows, pero hay que aceptar que retratan un drama social”, dijo el periodista Ernesto Jiménez en la TV, “yo recuerdo las de Tokischa. Ella no vino del espacio. Su canción ‘Desacato escolar’ es atroz. Lo es. ¿Su canción es vergonzosa? ¡Lo es! Pero más horroroso es el drama que viven nuestros niñas y niñas en República Dominicana”.
Antes hablabas de la sexualización de adolescentes como algo violento. Sin embargo, “Desacato escolar” es una canción de contenido explícito justamente sobre la sexualidad en la etapa escolar. Teniendo en cuenta que República Dominicana es el país con mayor tasa de embarazos adolescentes y volviendo al juego de Popola Presidente, ¿qué medidas tomarías sobre esto?
–Mira, yo siento que lo primero que debería de haber en un hogar es la confianza y eso es lo menos que tú encuentras en un hogar. Porque en la familia y en la escuela, la sexualidad en República Dominica es un tabú. Pero es algo de lo que se debe hablar y educar. El adolescente es muy rebelde y quiere explorar, pero si tiene la confianza de una maestra o de su familia, entonces se deja guiar. Entonces yo siento que, por más que podamos cambiar el sistema educativo, creo que el mayor trabajo está en la casa, con los padres. Pero aunque no lo creas, en RD se aprende a los golpes. Cuando uno hace algo malo, en vez de que la mamá o el papá se sienten a hablar, ¡mira!, ¡la paliza que te meten! La mayoría de veces es así. Es algo generacional, ancestral. En verdad, imagínate tú: los taínos venimos de los latigazos. En algún momento quizás, con algo de esperanza, ese linaje se rompa. Pensando con algo de esperanza quizá ese linaje se rompa, pero realmente eso está ya metido en nuestra cultura…
¿Pensás que las nuevas generaciones están pudiendo romper ese lineamiento de violencia a través de reclamos populares como la lucha feminista o afro, por ejemplo?
–No lo sé. Yo, por ejemplo, puedo tratar de mandar un mensaje. Pero si la gente no tiene esa conciencia no lo va a entender, va a juzgar y va a surgir la doble moral. Esta generación creció a los golpes, no despierta, no piensa. Yo me crié a los golpes. Pocas personas rompen el linaje de la agresividad, porque es un proceso espiritual. Yo, como presidente, metería el tema de la la educación espiritual en las escuelas, pensar cómo podemos sanar nuestras frustraciones con el amor, buscar la luz. Ese sería mi aporte a la educación.
Fuente: Página 12