Juan Botana en el Festival de Poesía en la Biblioteca del Puente: “Amar siempre es de a dos”

Juan Botana en el Festival de Poesía en la Biblioteca del Puente: “Amar siempre es de a dos”

El escritor Juan Botana despidió el año con un Festival de Poesía en la Biblioteca del Puente, en Caballito, CABA, donde poetas de todas partes se dieron cita para compartir sus poemas en vivo y en la calle Ambrosetti entre Aráoz Alfaro y Yerbal.

Participaron poetas de la ciudad de Buenos Aires, Banfield, Avellaneda, Mar del Plata, Luján, Merlo, Lincoln, Maswichtz, Morón, Ramos Mejía, Vicente López, Olivos, etc.

Juan Botana hizo de presentador y leyó su poema “El amor no es de nadie”, una especie de posición sobre el amor y terminó diciendo “El amor siempre es de a dos”. Al final del festival leyó “Santos y zapatas”. Agradeció a los participantes, a la Biblioteca del Puente y en especial a Ana Gloria Casale.

El amor no es de nadie

El amor

no se hace

en minutos.

Lleva tiempo.

El amor

es

un suspiro cada tanto,

no siempre.

El amor

es

paciencia,

tolerancia

y escuchar.

El amor

es

perder.

El amor

a menudo

se queja,

reclama,

patalea,

grita,

calla,

llora,

cede.

Al amor

no se lo enamora.

Es el amor

el que te enamora

a vos.

El amor

no se busca,

ni se encuentra,

ni se merece.

El amor

se va.

El amor

nos cree al principio

o eso pareciera.

Lo difícil es

que te crea

más tarde,

el resto de los días,

después…

Cuidarlo.

Como pasto

que le cuesta crecer

cuando no llueve,

como jazmín de cielo

en noviembre

al que no siempre

las flores

le brotan

de una vez.

El amor

es que te esperen

y esperar,

sin flores en la mano,

sin llanto que te ampare,

sin sueños que se cumplan.

Los plazos del otro,

los momentos del otro.

El deseo del otro.

Aunque a veces

concuerde con el tuyo

y otras no.

Hay personas

que aman con locura

y sin embargo

nadie las quiere.

Y otras que hacemos

las cosas mal

y las repetimos

hasta el cansancio.

Y somos amadas

y mucho.

¡Por suerte!

El amor

es

tener un proyecto

común

por pequeño que sea.

El amor

no es

saber lo que hace el otro,

ni imaginarlo,

ni siquiera intentarlo,

ni suponerlo,

ni saber.

El amor

no es

control.

Ni parecerse,

ni coincidir,

ni conocerse,

ni ser el uno para el otro,

ni tu media naranja,

ni tu parte de qué.

El amor

no es tuyo,

ni mío,

ni de aquel,

ni del anterior,

ni de nadie.

El amor

no es

de nadie.

Si quisiéramos conocer

todas las acciones

de la persona amada

todo el tiempo,

la vida sería

un suplicio.

El amor

no es posible

y olvidé las comillas

deliberadamente

si no existe

un secreto,

decía Kundera.

Y tantos otros

lo repetimos

sin entender.

El amor

no es posible

si no vislumbra

una hazaña,

más no sea

a lo lejos.

El amor

es

una mentira.

A la que nos aferramos,

le creemos.

Simplemente

porque queremos

creer.

El amor

te confunde.

Te ciega.

Te abraza.

Te gusta.

Te disfraza.

Te ensordece.

Te deja,

con las ganas

y te suelta.

Como pájaro sin pan

en el deseo.

Santos y zapatas

Zapata es así, un loco

un santo en la selva donde espera

para muchos poco

un sol que alondra primaveras

la luz

que irradia en la montaña

Chiapas

y el calor de bosque en la pradera

la sombra

la espuma que sale de su boca:

ruje

huye

muje

oye

a tantos mudos

que hablamos con silencios

coje

para llenar de amor los pensamientos

un amor indio amor

al descubierto

el barro y el olor entremezclados

de aquel deseo

maltratado

Si no nos miran, mostrémonos

Si queremos algo, digámoslo

Si hay miedo, que se note

Si nos dan asco, vomitemos

Si no nos escuchan, acerquémonos

y apretémosles el cuello con la manos

limpias

de usar cloro y adjetivos

Si no somos Zapatas

somos santos.

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