María Soledad Fayanás trabaja en gestión cultural, es la encargada del Teatro Municipal de Lomas de Zamora y de la programación del mismo junto a otros programadores.
¿Cómo es manejar las actividades de un teatro tan grande como el de Lomas?
Manejar la programación del teatro es todo un desafío. Por un lado tenés actividades que son intramunicipales por así decirlo, como son charlas, capacitaciones o congresos que distintas secretarías y subsecretarías arman dentro de su sector y luego solicitan el teatro para poder llevarlas a cabo (ej. Charla de concientización de tránsito, capacitación en ley Micaela para distintos sectores del municipio, congresos de salud, etc), por otro lado tenés colegios e instituciones que piden el teatro para hacer actividades como actos de fin de año, entrega de medallas, muestras de baile, canto, etc y por último tenés la programación del teatro en sí, en donde recibimos las propuestas de distintos artistas, evaluamos cada una y luego las programamos para todos los vecinos. Es un trabajo gratificante pero que me tiene la mayor parte del día activa.
¿Hay una cultura lomense?
Totalmente. Y muy variada. Tenemos tremendos artistas en todas las disciplinas que te puedas imaginar. Somos un nicho cultural a nivel nacional muy grande. Lomas de Zamora tiene en toda la región diferentes actividades culturales que abarcan desde las artes plásticas, la escritura, todas las formas de música, danzas y hasta los más versátiles actores y actrices que te puedas imaginar. Tenemos el Museo Americanista con una gran biblioteca. Conmemoramos cada efeméride con distintas actividades. Tenemos talleres en los centros y en los puntos culturales, hacemos eventos en parques y plazas, ferias culturales varias y todo esto, siempre con mucha participación activa de nuestros vecinos y vecinas.
¿Qué sentís cada vez que se llena el teatro?
Cada vez que se llena el teatro siento que hice las cosas bien, que mi trabajo valió la pena, que me encanta lo que hago, la gestión cultural, porque considero que la cultura es un derecho de todo individuo al cual tiene que tener total acceso siempre. Por eso cuando veo muchos chiquitos (y a veces grandes también) que se quedan sorprendidos porque entran por primera vez a un teatro siento que estamos cumpliendo con la meta de llegar a cada hogar de la manera que sea, de fomentar la cultura en cada cosa que hacemos y eso me hace feliz.