Volvió la alegría del Festival gracias al Centro Asturiano

Volvió la alegría del Festival gracias al Centro Asturiano

Fue en Sarmiento 1384, Lanús. Mil gracias a quienes se acercaron a participar. De mi parte, leí los poemas “Muerte a crecer” y “Los tules” dedicados a mi hija Malena. Y se destacaron las participaciones de Raúl Ezcurra, Silvia Pennella, Gabriel Palleres y Enrique Maida. Además, hubo una pareja de tango y la muestra de arte de Pollasqui.

El próximo festival será el sábado 28 de septiembre de 17 a 20 h. en Av. Caseros 2949, CABA, donde recibiremos alimentos no perecederos que serán donados la Fundación Nuestra Familia. El evento será parte del festejo por los 122 años de Parque Patricios. ¡Los espero!

Muerte a crecer

El mar teje el tiempo dorado por el sol o las olas,

envolviendo azules en la orilla de playa.

Una niña jugaba

en el círculo de espuma que se abría

en dos.

Es el viento o la bruma que agitan

sus sueños de olas gigantescas,

de castillos de arena que vienen de Asia.

Un balde y una pala hacían de anzuelo.

Y el cielo o se esconde o se divierte.

Vertical, como el padre que estaba.

Y eso que está un poco encorvado,

sufre de mareos

y hasta peina canas.

Y no quiere crecer. Y moriría por eso.

¡Si no como se explica una hija tan linda!

Cómo le gustaría congelar el tiempo,

y hundirse de una con ella en la playa.

Detener el cielo.

Acercar el oído a un caracol y el caracol al agua.

Y escuchar océanos,

enjambres de peces,

ballenas gigantes

y por qué no canguros

y hasta incluso jirafas.

Como cuando éramos chicos y nos conformábamos con poco. O imaginábamos todo.

Cuando un pozo de playa nos llevaba hasta Australia.

Los tules

Tiene…

la mirada encendida,

la belleza brillo

de mi canto alegre.

Tiene…

Tiene esa suerte, tiene…

el viento en la cara,

suelas de sueño

en el camino,

la nostalgia cubana

de un amor poema que recito.

Tiene…

Tiene esa suerte, tiene…

la que yo no tenía,

mi blasfema llorosa

que no acaba ni reza

entre tules rosas

de esos que corro al verla.

Y las nubes tan altas.

Y ese mar azul de mis ojos grises tan lejos.

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