Los ojos me pesan del cansancio pero en mi pecho hay una llama que me mantiene despierta Siento nostalgia y me dejo atravesarla Siento mucha
Categoría: Escritores
Definiendo poesía. Por Mónica Petrillo
La poesía es parte del comienzo de la Humanidad. Surgió inesperadamente cuando Adán, enamorado, osó darle un mordiscón al fruto prohibido para demostrarle a Eva
Un colibrí en la fresca mañana. Por Esther Jiménez Coia
En el tumulto del dolor que retumba, siento un alboroto que desgarra la quietud, desmorona las murallas de las montañas y resquebraja la noche callada,
“Mi deseo es que el arte sea el reflejo de una realidad que inspire, sane y reúna”. Entrevista a Esther Jiménez Coia. Por Juan Botana
Esther Jiménez Coia nace en Hellín en la provincia de Albacete y desde su infancia vive en Francia. Estudia en Montpellier y obtiene una Maestría
Domingos de sabores dulzones. Por Rita Frank
Con familia, visitas, de viajes, con amigos, o tan solo de descanso semanal.Domingos de picantes, de agridulces, de olvidos, de sorpresas…Domingos de presentes y ausentes,
Algún día te verás simple y sencilla, sin amores cercanos, sin un abrazo acalorado… Por Gina Benítez
Te sentirás a la deriva,con poco para mantenerte con vida,así como las ramas caídas del nido,zarandeadas por el viento,al final quedan sin movimiento… Con pocos
Hellín, tierra de mis ancestros. Por Esther Coia
Bajo un sol fogoso, amarrado a la cúspide azul celeste, manos afanosas de morunos almohades, con turbante cerusa y jirones de tejido, tus murallas antiguas
Fiestas patronales de San Rafael en Hellin. Por Esther Jiménez Coia
En una de tus siete colinas, en la antigua judería, tu ermita de San Rafael, con su tez caliza y sus ojos garzos, orando piadosa,
Los olivos de mi tierra. Por Esther Coia
Los olivos de mi tierra son centenarios y majestuosos, fortalecidos con los años de vida, arboles sagrados, pies enraizados en tierra limosa, empuñando el blasón,
Templo de Luxor. Por Esther Jiménez Coia
En las márgenes del Nilo, el Templo de Luxor se yergue majestuoso, testigo silencioso del esplendor antiguo. Columnas erguidas, como suspiros pétreos hacia el cielo