Hueles, amor,
esta hora de muerte?
Hasta ayer mi país con nombre de línea
daba buenos frutos,
hombres sin miedo,
poemas de esperanza;
nos permitíamos disparar la voz y los cantos
en los parques, calles y casas,
besábamos a la esquiva libertad
poniendo la cara frente a cobardes fusiles
defensores de la propiedad privada,
Izábamos banderas con la sangre
de todos los arco iris
y la gente con afán solidario
compartía el agua, el pan y la batalla.
Cambian los tiempos y nos duele la mirada
de tanto ver ahora
el hambre en popa,
niños asesinando por diez dólares,
sicarios en el suburbio, en el congreso
y en el palacio presidencial,
extorsionadores vestidos de harapos
o con trajes de ministros y asambleistas,
policías y soldados con el cerebro desnudo,
delincuentes uniformados,
terroristas hasta en la sopa de fideo,
prófugos felices,
jueces cobardes
y buenos compañeros encarcelados
por clamar justicia,
mientras los bancos siguen llenando sus arcas
y el FMI se nos ríe en la cara.
Institucionalizado el odio y la barbarie,
me niego a reconocer este país como mío,
habría que cambiarle el nombre, el futuro
y el calzoncillo,
y calentar las papas, las calles y los sueños,
pensar seriamente en una MATRIA GRANDE
conformada por los
ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA LATINA.
Hueles amor,
estos vientos de cambio?
Guandungo de la Tierra (un viejo catapultero)
Para la poesía política del escritor Fernando Salvador Jaramillo Flor: “POR UNA MATRIA GRANDE”
Me siento honrada de haber podido conocer en parte la realidad de tu país cuando todo era más tranquilo. Te leo y me confirma que lo que me cuentan, es verdad. Yo imagino que si vuelvo alguna vez, encontraré todo igual, pero debo creer y por qué no, que nada es así, si a nivel transversal ha sucedido. Primero la Pandemia, luego las migraciones y el descoloque grande que ha habido en todos los países sudamericanos y lo digo asi, porque somos sudamericanos. Te condueles, te exasperas, te entristece y a mí me ocurre parecido. Mi país hoy tiene otra realidad, también, pero estoy en él y Ecuador sigue siendo mi segunda Patria y no la veo hace tiempo y lo siento mucho. Gracias por compartir tu poesía política, Fernando, querido maestro.
Gracias a vos por comentar.