Mujeres, laten al ritmo de la luna como las mareas, danzan alrededor de la hoguera atemperando la sangre mientras trabajan con sus manos y alzan sus banderas, ríen con el estómago hasta los huesos despeinadas y cómplices sin importar el espejo, crean vida entre sus venas y otras almas caben en su cuerpo aún sin dar a luz, siempre gestan, cubren el horizonte con sus alas de fuego encendidas por la desigualdad, aunque quede muy lejos el cielo, nacen completas pero su humanidad puede dividirse y multiplicarse y siguen siendo inmensas. Quiero ser al menos, una de ellas.