Ahora que asoma la noche
regreso a la niña callada
que sostenía una flor
y rezaba para que el viento
no se la llevara
Doy por perdido el mañana
y sigo perdonando a la vida
que me llene de palabras
mientras contemplo el miedo
que como un ciclón
arrasa a los gatos de los tejados
y a los hombres de razón
Ahora que asoma la noche
me detengo en el perímetro de tus alas
y trato de soplar
y ese soplo se lleva el miedo
a quedarme sola
con la flor en la mano.