José Mármol, mi querida estación. Por Nacho López

José Mármol, mi querida estación. Por Nacho López

Verte de lejos, acariciar tu cielo. Dejarme espiar por las ramas curiosas desde las copas que arman sendero. Palpar la paz de mi lugar, desde la vecina localidad, seguir sanando en las alturas, ser invierno en un sábado que abriga, como a estas palomas cada una de esas migas. Llenar mi alma de lindos sentimientos para no refugiarme en los lamentos, registrar que hoy es esperanza, aunque tire un poco la añoranza. En el silencio de estos lares, brota lo mejor de las tempestades, el viento respeta al tiempo, el aire juega a la mancha con los colores que respira la historia del momento. Y allá viene uno de carga con vagones de nostalgia, la máquina de siempre, la luz que marca el destino, el guardabarrera fiel, la mirada atónita de un niño, el perro equilibrista del andén, algunas personas con ansias de ser tren. Imposible distraerme del paisaje que me forma, que me pinta y me contiene. Soy un pasajero constante, sabiendo que José Mármol me aguarda, mientras conserve mi boleto vigente, para arribar en mi querida estación, hoy, mañana y eternamente.

Corresponsal: Nacho López, desde José Mármol, Buenos Aires, Argentina

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