Después del desahogo, la práctica de la selección Argentina
Como dijo Messi, ahora arranca otra historia y el equipo argentino ya se enfoca en Polonia. Poco descanso, mucha alegría y la presencia del 10.
El desahogo fue enorme. El de este grupo y también el de 45 millones de argentinos. Después del triunfo de la Selección ante México, arranca otro Mundial, dijo Leo Messi. Y casi sin descanso, con muy pocas horas de sueño, el equipo ya empezó a enfocarse en Polonia. Porque si bien se dio un gran paso, la clasificación no está asegurada. Y además, está la chance de poder meterse en octavos como líder del Grupo.
Con Enzo Fernández, uno de los artífices de la victoria, liderando el grupo de los que jugaron poco o no jugaron, parte del seleccionado se entrenó en la mañana de la Universidad de Qatar. Seguramente, por la tarde, habrá otra vez visita familiar, como pasó después de la derrota con Arabia, que tan bien le hizo al grupo. Esta vez, será para celebrar, para festejar, para compartir la alegría.
Con EnzoFe también estuvo Julián y Palacios, los otros ex River que entraron en la segunda parte. También Molina y Cuti Romero, los otros cambios que metió Scaloni. Fue un entrenamiento más intenso para ellos, a cargo del Profe Luis Martín, pero que al ser abierto para la prensa, permitió ver cómo cambió el semblante del grupo. Con ellos, además, estuvo Paredes y Papu Gómez, dos de los que salieron del equipo luego del debut y no entraron ante los mexicanos.
Algunos de los que arrancaron el partido contra México también aparecieron en el predio de la Universidad. De entrada, los primeros en asomar fueron Messi y De Paul. Con agua en mano por el calor que hace en la mañana qatarí (cerca de 30 grados), se relajaron a un costado mirando a sus compañeros. Los dos sentaron en el césped, incluso ambos se sacaron las zapatillas, mostrando ahí la tranquilidad de la victoria. También estuvo Dibu Martínez, entrenando con los arqueros.
Si bien el clima había mejorado mucho en las horas previas a México, esta vez se notó fundamentalmente el desahogo, haberse sacado el pesado de una mochila enorme, porque en caso de perder la Selección se hubiese quedado afuera del Mundial en el segundo partido. Ahora, el sueño continúa. Y con otra fortaleza anímica y mental.
Fuente: Olé