6 de cada 10 chicos, chicas y adolescentes de hasta 17 años en la Argentina viven en la pobreza, lo que representa 8,2 millones de personas. Además, más de 4,2 millones de niños y niñas experimentan problemas de alimentación. Lo dice el último informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA). Y lo sostuvo Juan Grabois en su campaña presidencial. Pero después salió a desmentirlo Gabriela Cerutti, vocera del gobierno de Alberto Fernández para decir: “No es cierto que 6 de cada 10 niños en la Argentina tengan hambre”. “Se trata de situaciones puntuales” de niños que sufren “desnutrición” y “alejadas de los centros urbanos”. Y si a esto le sumamos la suba de precios del último año y en especial de la última semana –porque el informe mide hasta el año 2022- supongo que ahora son 8 de cada 10 lo que sufren problemas de alimentación. Y nos garantizamos generaciones de chicas y chicos mal alimentados y con menos mielina en el cerebro que les permita pensar mejor. El estudio destaca las deudas sociales que limitan el desarrollo de chicos y chicas, señalando que estas deudas han vuelto a los niveles previos a la pandemia, lo que evidencia la naturaleza estructural de las carencias y desigualdades sociales. El informe aborda diferentes dimensiones de los derechos de los niños y niñas, con el objetivo de ofrecer un diagnóstico preciso de las principales deudas sociales y desigualdades sociodemográficas, socioeconómicas y regionales urbanas. Estas dimensiones incluyen la alimentación, la salud, el hábitat, la subsistencia, la crianza y socialización, la información, la educación y las protecciones especiales relacionadas con el trabajo infantil. En cuanto al derecho a la alimentación, el informe revela que la inseguridad alimentaria ha aumentado un 44% entre 2010 y 2022, con un deterioro especialmente pronunciado en los últimos cinco años. Durante la pandemia de 2020, se alcanzó el peor momento, con una tasa de inseguridad alimentaria del 37,2 por ciento. Aunque ha habido cierta mejora en los últimos dos años gracias a los comedores escolares y comunitarios y al Plan Argentina contra el hambre, todavía un tercio de la población infantil sufrió privación alimentaria en el segundo semestre de 2022. La inseguridad alimentaria severa, que implica que los niños y niñas pasen hambre debido a la falta de comida, ha experimentado un aumento significativo en los últimos cinco años, llegando al 15% en 2020. Sin embargo, ha habido una progresiva recuperación, alcanzando el 12,4% en 2022. Se destaca que las ayudas alimentarias directas e indirectas, como los comedores escolares y comunitarios, han aumentado su cobertura y han llegado al 59% de la población infantil en 2022. Y ni hablar de lo que va en el 2023. A pesar de estos esfuerzos, erradicar el hambre sigue siendo una meta compleja debido a la inestabilidad del mercado laboral, la alta informalidad y la creciente inflación. Me acuerdo cuando al final del gobierno de Mauricio Macri hacían marchas contra el hambre culpando al gobierno de Cambiemos por la situación –justificadas y por condiciones de deterioro reales en la alimentación- pero fogoneadas por la oposición de entonces: movimientos sociales y partidos de izquierda y centroizquierda, pero sobretodo del Frente de Todos, hoy gobierno del 2019 al 2023. Y el problema está peor. Si hasta convocaron al Consejo Federal Argentina contra al hambre y reunieron a especialistas, entre ellos al escritor y periodista Martín Caparrós justamente porque había escrito un libro sobre “El hambre”, donde el autor viajó por la India, Bangladesh, Níger, Kenia, Sudán, Madagascar, Argentina, Estados Unidos, España, y allí encontró a quienes, por distintas razones, sufren hambre. El libro está hecho de sus historias, y las historias de quienes trabajan en condiciones muy precarias para paliarla, y las de quienes especulan con los alimentos y hambrean a tanta gente. Pero con la pandemia, lo poco que se trabaja al respecto y la inflación galopante en la Argentina esto no cambió. Juan Grabois ya lo decía en el 2020: “Los datos de la pobreza deberían avergonzarnos a todos los argentinos, y en especial a toda la dirigencia política, empresaria, sindical y social. Me inlcuyo”. A lo que me sumo como opción. Están dejando a chicos y chicas afuera de productos básicos para su alimentación. Luchemos por los chicos y chicas si no queremos hacerlo por nosotros. Hace poco fue el Día de la Niñez y un padre, madre o abuelo tuvo que elegir entre darle de comer o regalarle un juguete.