El día en que la rabia se organiza contra la violencia machista

El día en que la rabia se organiza contra la violencia machista

25 de noviembre, jornada internacional de lucha contra las violencias hacia mujeres, lesbianas, travestis, trans, no binaries e intersex

En memoria de las hermanas Mirabal; Patria, Minerva y María Teresa y en memoria de todas las que fueron asesinadas, cada 25 de noviembre vuelve el puño en alto, la movilización en las calles, el grito de rabia, el dolor que se transforma en lucha contra la violencia machista estructural y sistemática. Vuelve el reclamo, la demanda y la advertencia hacia un Estado que históricamente desprotegió a las víctimas y por eso se convierte en el principal responsable de los femicidios, travesticidios y transfemicidios que continúan en aumento.

El 25 de noviembre de 1960 la dictadura de Trujillo en República Dominicana, torturó y asesinó brutalmente a las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal. Eran activistas, luchadoras sociales contra el gobierno de facto de aquel momento. Peleaban por la libertad y la democracia de su país. En su honor, en 1981, durante el 1° Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, realizado en Bogotá, se declaró el 25 de noviembre como un día de lucha contra las violencias machistas. Desde ese momento fue atravesando los debates y la agenda transfeminista de todo elcontinente hasta que, en 1999, Naciones Unidas lo declaró “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres”.

El colectivo Ni Una Menos junto a otras organizaciones, concentrará en Tribunales a las 17 bajo el lema “Contra las violencias, fuerza feminista” y con las consignas “Basta de justicia patriarcal y racista y Basta del saqueo de la deuda. La convocatoria intenta visibilizar que “es el sistema judicial el que respalda a través de la jueza Silvina Domínguez que cuatro mujeres mapuche continúen presas mientras las multinacionales extractivistas se apropian de la tierra, la pretenden convertir en mercancía y saquean su diversidad. Es el sistema judicial que mantiene a La China presa en Ezeiza por un evento obstétrico aun cuando tenemos ley de aborto. Es el sistema judicial que aloja a una jueza como Ma. Eugenia Capuchetti, responsable de la impunidad que quiere cernirse sobre el atentado político contra CFK. Es la misma que se ha negado a investigar la deuda externa. Es el sistema judicial que protege y sostiene las raíces más profundas del patriarcado, protegiendo a abusadores de niñes, persiguiendo a las que denuncian, haciendo de les niñes objetos de propiedad.”

Como cada año hoy habrá distintas movilizaciones en todo el país, las organizaciones feministas de izquierda convocan a marchar desde el obelisco a Plaza de Mayo a las 16:30 con las consignas: “Basta de femicidios y travesticidios, Libertad a las presas políticas mapuche y No al ajuste de los gobiernos y el FMI”.

Con el 19 de noviembre (Día Intencionalidad de lucha contra los abusos sexuales a niñez y adolescentes) latiendo aun en los cuerpos, hablar sobre el abuso sexual en la infancia es una forma de prevenirlo y el 25 de noviembre es una jornada de concientización que lleva bien en alto esa bandera. El abuso sexual en las niñeces y adolescencias es el delito que goza de mayor impunidad en la República Argentina. 

“Desde Ni Una Menos acompañamos los casos de abuso sexual infantil porque entendemos que las mujeres cuando denunciamos violencia, abuso y maltrato solo vamos en búsqueda de justicia y quien piense lo contrario tiene que probarlo. Nosotras no mentimos, el hecho de denunciar a estos adultos abusadores hace que se nos vea como mujeres despechadas, mentirosas que nuestros relatos y sobre todo, los de las niñeces, no tengan credibilidad. Frente a este sistema adultocentrista, que discrimina a la mujer y donde no se aplica la perspectiva de género, lo más importante que se necesita para erradicar estos delitos son procesos ejemplares, donde las voces de les niñes sean tenidas en cuenta, donde con una cámara gesell alcance para entender que su testimonio ya se ha prestado y no que se revictimice a las niñeces obligándolas a hacer una y otra vez declaraciones. Se necesita, además, que los jueces estén capacitados y que no sea una opción aplicar la perspectiva de género, debe aplicarse siempre. Para ello existen tratados internacionales que el Estado argentino al ratificarlos, está obligado a cumplir y garantizar”, asegura Luana Alberdi Imas, abogada y profesora universitaria de la Facultad de Ciencias jurídicas y Sociales de la UNLP.

Los informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que una de cada cinco niñas y uno de cada 13 niños sufren o han sufrido abuso sexual, mientras que los informes mundiales de Unicef sobre las niñeces, señalan que una de cada 10 personas adultas sufrieron abuso sexual en su niñez.

En los casos de abuso sexual, existe una herramienta jurídica patriarcal que atenta contra los derechos de mujeres y niñes: el falso SAP (Sindrome de Alineación Parental) utilizado para justificar al agresor acusado, alegando que el testimonio de le niñe en cuestión en un tribunal es influenciade por la madre e inducide a mentir, es una herramienta que no tiene validez científica. En ese sentido Imas señala: “Las mujeres no les llenamos la cabeza a nuestros hijos para evitar que ese padre permanezca en la familia o tenga contacto con los niños, nosotras bien sabemos la dificultad que nos produce no contar con ellos y tener el cuidado a cargo de manera exclusiva, sin cuota alimentaria, cuidando 100% todos los días entonces, en qué lugar nos queda nosotras la posibilidad de trabajar, de hacer otras cuestiones de índole recreativa, denunciar es un peso, pero también es una obligación.”

Seis años después de la sanción de la ley 26.485 (Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia machista) la problemática de la violencia machista en nuestro país persiste, mientras el sistema judicial continúa rigiéndose por el paradigma patriarcal: “Las trabajadoras judiciales hoy salimos a las calles porque es absolutamente necesario manifestarnos frente al poder judicial que más que un poder del Estado tantas veces funciona como una corporación con intereses políticos y económicos y con remanentes monárquicos. Es necesario luchar unidas desde adentro y desde afuera del Poder Judicial porque son muchas las compañeras que todos los días trabajan, incluso en malas condiciones laborales, para poder dar respuesta a los reclamos de la sociedad. Creemos que es necesario y es posible otro sistema de justicia y otra Corte Suprema de la cual nos enorgullezcamos porque queremos una justicia más igualitaria y democrática”, reflexiona Tania D’ Andrea, referenta del Sindicato de Trabajadores Judiciales (SITRAJU).

Fuente: Página 12

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