¿Los libros morirán?
Frase que leí en el Instagram de Marcos Robledo, colega contemporáneo.
Pregunta que habilita el juego de argumentaciones, miedos, consultas, afirmaciones y tantos otros recursos comunicativos; pero, sobre todo, lingüísticos.
Antes de la aparición de la imprenta, los libros eran administrados por una élite mezquina, sabiendo de la capacidad del autoconocimiento que logra un libro, este era discriminado para la mayoría de la población, fuera cual fuese el destacamento social.
Es verdad que hoy, siendo el año 2020, los libros tienen un costo elevado para el total de los ciudadanos, aunque también hay alternativas para conseguirlos, no deben desaparecer y las bibliotecas tienen que adecuarse al saber popular.
Es primordial la lubricación de los eslabones de la cadena lectura/adquisición y, por qué no, escritura.
Además, se encuentra el mercado editorial que, en su porcentaje alto, se aleja de lo empático.
Estoy seguro de que los libros continuarán siglo tras siglo, como lo hará un educador o un doctor.
Siempre habrá un ser humano que quiera transmitir una sensación o pensamiento en el papel blanco o en un espacio disponible, con lápiz o lapicera; siempre habrá un soñador yendo a editar su primer libro; siempre habrá un ejemplar por leer, oler y aprisionarlo contra el pecho, porque antes de que existiese la imprenta había libros en manuscrito, porque con imprenta hubo y porque existirán en el mañana.
Desde Florencio Varela, Buenos Aires, Argentina.