En estos días estuvimos expuestos a diferentes discursos, manifestaciones, peleas.
Una sociedad de por sí, envuelta en violencia de todo tipo.
El mundo coopera desde la otra punta con sus guerras y muertes que son una herida en el alma de toda la humanidad.
Hablar mal, con desprecio, gritos, atropellos a la razón. Imponiéndose sobre otro por medio de insultos, agravios los cuales equivalen a violencia.
Erradicar la violencia en la humanidad, en cada sociedad, es fundamental para el crecimiento humano y de las instituciones.
Siento que seguimos viviendo en cavernas, no fuimos capaces de entendernos, escucharnos entre nosotros. Sí alguien opina distinto, el otro enseguida exacerba en gritos, su argumento para decir simplemente que no está de acuerdo.
Estamos todos irritados, estresados.
Cada uno defiende lo suyo pero no piensa en forma conjunta. ¿Desde que lugar proclamamos el futuro posible? Desde nuestro lugar o desde el de todos.
No creo que así sea. El ser humano es individualista (me incluyo), no mira al costado, se mira así mismo. ¿Qué defiende tan alterado? ¿A su bienestar o al de todos? Al suyo propio.
Esto es sólo una reflexión.
Maria Elena Gómez Link, Escritora.