Candidaturas políticas 1. Por Juan Botana

Esperé que pasara el acto de Cristina para hablar de candidaturas políticas. No porque Cristina fuera a decir algo nuevo. Si no por si se sumaba alguna nueva pre candidatura presidencial de último momento. Por lo pronto, Cristina no será candidata a presidenta. Una porque no puede, dos porque no quiere, tres porque no la dejan. Ya sea por el poder judicial, por la causa vialidad, por qué no le dan los votos, porque tiene más miedo a perder que a ganar, porque la designación de Alberto le salió mal o porque el resto del peronismo la está esperando para cuando su poder de convocatoria caiga. Y eso por ahora parece no suceder. Porque el peronismo necesitaba una plaza llena el 25 de mayo y la única que se la podía asegurar era ella. Con buenas y malas, con el recuerdo de Néstor Kirchner o haciendo recordar a Eva. Y el peronismo sabe de promesas. Quienes fueron a la plaza miraban a Cristina más con ojos de futuro que pensando en los dos gobiernos que tuvo y en que ahora es vicepresidenta. Y se conforman con un diagnóstico de los problemas del país preciso: como alta inflación, deuda externa, problemas en la conformación de los propios partidos y sus candidatos, falta de dólares, el poder judicial, etc. Y como verán tenemos los mismos problemas que en el 89, veinte años antes de que Néstor asumiera. Y se olvidan de la inseguridad, los niveles de pobreza, la falta de trabajo en blanco, los que no pagan impuestos, qué hacemos con los recursos naturales: litio, gas, vaca muerta, etc. Conclusión: Cristina no es candidata a presidenta. Y ahora el lío de la sucesión y la solución de los problemas. Si arreglan nuevamente con Sergio Massa, si lanzan a Wado de Pedro o Axel Kicillof. Si le exigen PASO: Juan Grabois, Daniel Scioli , Agustín Rossi y Jorge Capitanich, por sumar algunos. Y si el Frente de Todos, sin Alberto, sigue siendo de todos o terminan todos separados con otros sellos políticos. Y noten que evité hablar de kirchenismo pensando que alguna nueva coalición irán a hacer. Y si la salida es por derecha o por izquierda. Aunque de ese frente quedarían muchos peronistas afuera: Miguel Ángel Pichetto (peronismo federal), Guillermo Moreno (al que no invitaron a la plaza y estuvo en los años de Néstor), Juan Manuel Urtubey y Juan Schiaretti (gobernadores con ganas de ser presidentes). Y no descartemos a Gustavo Sáenz y a Sergio Uñac. Que si bien están cómodos en sus provincias, estaría bien que alguno se animé a romper tanta centralidad porteña y de los medios que habla más de Cristina, Massa, ahora Wado, por el Frente o ex Frente de Todos. Y de Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta (Macri se bajó), por Juntos por el Cambio o como finalmente se llamen (sin olvidarme de José Luis Espert, Gerardo Morales y Facundo Mannes); y de Javier Milei, que sería la novedad de esta elección y con tantos candidatos de 10 o 14 puntos cada uno, si logra sacar algún voto más, se prende en un ballotage y quién te dice, gobierna. Y si no gobierna puede que sus ideas ganen y pase como en los 90 que ganó un peronista: Menem, pero triunfaron las ideas de Alsogaray que salió tercero. Y esa también puede ser su apuesta. O porque creen que la idea de la dolarización; alguna especie de convertibilidad; una devaluación; reforma laboral, previsional, judicial; prendió. Y habrá que achicar el Estado, pedirle más plata a los chinos cuando el FMI no preste más o terminemos vendiendo o dando a explotación el litio, el gas o vaca muerta. Y quizás entren dólares y al principio parezca una solución y después otra vez la condena. Y a la deuda externa impagable se le sumen empresas extranjeras que se lleven las ganancias y no las reinviertan. Porque acá no invirtió nadie. Ni con Macri ni con Alberto y lo que más hicieron fue emitir, pagar subsidios y planes y tomar deuda. Cualquiera pensaba que con un poquito de distribución de la riqueza el gobierno de Alberto iba a ser mejor que el de Macri, pero nadie se imaginaba una pandemia, una sequía, la guerra de Rusia con Ucrania, un mal arreglo con el FMI, etc. La pelea entre Alberto y Cristina era más previsible. Aunque para mí el arreglo siempre fue con Massa y ese es el que está en duda ahora. Pensar un kirchenismo sin Cristina candidata es como pensar un peronismo sin Perón. La política se hace con personas no con proyectos ni padrinos o madrinas. Recuerden cuanto tiempo pasó para que el peronismo tuviera otro presidente y las concesiones que tuvo que hacer para lograrlo, dictadura militar y genocidio mediante. Y puede que nunca aparezca el candidato si Cristina no se corre de la escena.