A veces
me sorprende la noche
-cobarde-
y retuerzo mi cuello cual si fuera de búho
Gira gira y gira
en espera calmosa de la presa elegida
Hay paciencia en el búho
En eso me diferencio al no tengo paciencia
y soy mi propia presa que tirita
Que quiero aniquilarme
como si fuera una especie agonizante
que lucha sin ganas por una vida que no quiere
Se me juntan las maldiciones en la cabeza
y la palabra que sirve para levantar y hacer caer
en forma estrepitosa
con un seco ruido resbalo al abismo
¡Chac!
Creo que toda ha terminado
Creo que descansaré
¡Mentira!
Veo el acantilado y la piedra me grita
y es su voz la de toda la gente reunida en un gran banquete
celebrando con mostos y carnes rojas
A veces
como esta noche
siento que no dormiré y será mi amante el sonambulismo
y mientras yo carageo el repentino caudal
otra vez
el búho está observando una carnada buena quizá
-Parece que soy yo-
Ahora desconozco las palabras
No sé en qué se diferencia una de otra
Las mismas letras
El mismo dibujo y la misma mentira
Suele ser muy destructiva y lo hace con tanta mesura
Solo ella sabe que está chupando la sangre
por una sola vena y al corazón le minan las fuerzas
Pienso que los pájaros transmiten mejor y no escriben
Sincronizan sus bandadas cual ejercicios aéreos
que ni la excelencia en piloto consigue
Le tengo respeto a los pájaros porque traen mensajes no hablados
Dejan sobre el alumbrado público una profecía
que se recibe así como es el estado de ánimo
y el mío que jinetea la ambivalencia
Que teme a los pájaros grandes digo que todo va mal
Tampoco tengo claro que sería tan mal para mí
si a conciencia reviso mi historia y creo que está completa
La noche me trae claridad de la que carezco en el día
y me vuelve inofensiva
Me molesta el tiempo que hipócrita me abraza
y pienso que no vivo en un mundo bueno
Que todo es una sarta de plebeyos mandados por otros
que también lo fueron y aprendieron mejor
y hoy son los señores feudales de otros tiempos
solapados / infiltrados
bajo faldas de mujeres que siempre dan todo por proteger
Reclamo mi derecho a sentirme libre y elegir
Bueno y malo todo lo tuve delante de mí con la orden de ¡Acepta!
y no tengo el ojo avizor del búho para descartar lo que no quiero
para anteponerme a las tempestades
El búho no quiere carne muerta
El búho tiene el tiempo para esperar su presa viva para alimentarse
Y ver cómo mana la sangre fresca de alguna corriente sanguínea
de la que obtendrá la energía para seguir existiendo
Hoy me puse a pensar que soy miedosa y que tengo trancas no resueltas
Que viví pendiente de la vida de otros
hasta que se me marchitó la primera rosa de la vida
y estoy enojada hasta la médula de los huesos
Que mi simpático y parasimpático se unen y no están cumpliendo sus misiones
Dirán que es locura
y claro
Si estando cuerdos se anda pensando en no cometer tonterías
y se cuenta la mitad de la verdad que no sirve para nada
y las confesiones a medias dejando los peores pecados como protección
de la penitencia
Yo no quiero pelearme con el día ni pasar durmiendo
Quiero beberme la vida y que se me acabe esta condena de la obediencia
febril como un azote
Me marchita y quiero ser primavera con las hojas nuevas
Mirar el sol con los abiertos y andar los caminos sin zapatos
Quise andar sin zapatos y no fui sin zapatos -el suelo hace heridas-
y con ellos los pies se llagaron de otra forma
Quiero ir un día caminando descalza hasta tu casa y desfallecer
Que el búho no me encuentre viva porque amo la sabiduría en sus ojos
No quiero mirarlos y ver su pico terminando con la poca humana materia
que va quedando
La palabra tiene la energía de la creación en este desahogo
y en esta línea la escribo implorante
¡Levántame!
Más rato es otro día y el búho estará dormido.