Alpargatas rojas. Por Mónica Samaniego

Alpargatas rojas. Por Mónica Samaniego

Nací y me crie en el barrio de Lanús, a seis cuadras de la estación, a una cuadra de la Avenida 25 de mayo, zona de casas bajas con jardín y árboles frondosos, en la cuadra estaba el mirador de Martínez de Hoz

En mi infancia y pubertad jugábamos en la vereda con los chicos, éramos dos nenas y cuatro varones, nuestra distracción a la tarde después de tomar la leche era salir a jugar, ellos peloteaban un rato y luego nos juntábamos para jugar a la escondida, las esquinitas y saltar un rato en la soga.

Nuestros vecinos disfrutaban a la tardecita salir a la puerta y matear en familia, mi abuelo se quedaba un rato, hasta que mi abuela lo llamaba a tomar el mate cocido con galletas marineras que untaba con dulce de leche.

La casa lindera a la de mis abuelos era la de Miguel y Ángela, que una vez jubilado, construyó en su fondo, pues era maestro mayor de obras, un galpón y se dedicaba a la venta de alpargatas.

¡Otro vecino infaltable a la tarde, era Don Juan, el más añoso del barrio, viudo, sin hijos, fatal con las mujeres, cada noche se hacía un festín!

A Miguel le iba muy bien con su emprendimiento de venta de alpargatas, su hijo, hacía corretaje por el interior y vendía al por mayor, con los años fue creciendo y la mayoría de los vecinos le compraban.

Una tarde Ángela me invitó a su casa y me dijo que fuera a ver el galpón y eligiera un par de alpargatas, le agradecí y sólo acepté visitar el lugar, había un montón de cajas apiladas, eso recuerdo.

Mis abuelos vivían en una casona inmensa, con jardín adelante y fondo con árboles cítricos, ciruelo y rosales hermosos. También tenían gallinero, mi abuelo era el encargado de la crianza de las aves, y yo una enamorada de los pollitos bebé.

La noche que fuimos a cenar con mis padres a la casa de mis abuelos, conversamos acerca de mi cumpleaños, del festejo y mi abuela Remedios me preguntó —¿Lucía qué te gustaría te regale para tu cumple?  —Abu un juego de mesa —respondí —los juguetes déjalo para tus padres —acotó la Abu. —lo que quieras entonces —dije

Estaba contenta, les comenté a los chicos que el próximo sábado festejaba mi cumpleaños, que los esperaba a las 17 horas en casa.

Mi mamá me había hecho un vestido que estrené y mi papá me había comprado el juego que le pedí, empiezan a llegar los invitados y yo muy feliz, comimos sándwich, pizzetas, masitas dulces y llegó la hora de la torta y emocionada apagué las velitas.

Al día siguiente empecé a ver los regalitos, había de todo, juguetes, medias, una muñeca hermosa y un regalo tenía la forma de una caja, me pregunté ¿qué será?, saqué el envoltorio y al abrir la caja, vi un par de alpargatas, no me gustó y la metí debajo de mi cama.

Pasó una semana y miré si estaba la caja, al verla me quedé tranquila. Esa tarde, al salir a la vereda a jugar con los chicos, Ángela me llama —¿Lucía te gustó el regalo de tu abuela? —si todos los regalos muy lindos —respondí

Esa noche me inquieté y me pregunté, ¿cómo hago?, recordé que el próximo fin de semana mis padres viajaban y me quedaba en la casa de mis abuelos, mi mamá me dijo que llevara las cosas que quería, del resto se ocupaba ella.

Yo agarré una valija chiquita y metí la caja que estaba debajo de la cama, y arriba puse una campera y un saco. Llega el día, y me quedo con mis abuelos.

Ellos acostumbraban hacer la siesta, momento que aproveché para sacar la caja de la valijayen puntas de pie la llevé al fondo y arrojé su contenido.

Cuando mis abuelos se despertaron me prepararon la merienda y después salí a jugar. A la mañana siguiente antes de desayunar me fui al fondo, mi abuela me llama para el desayuno, pero yo estaba sentada en un banquito contemplando el gallinero yobservando que estaban rotas y no la escuché, mi abuelo va al fondo a ver si estaba, ¡para qué! —nena que haces acá sentada, la abuela te llamó —no la escuché Abu, ya voy —respondí

¿Qué hiciste? El regalo que te hicimos, las alpargatas rojas las destruyeron las gallinas…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *