El gran escritor argentino, J. L. Borges, supo sintetizar un rasgo, que a su entender, tienen los argentinos; parafraseándolo, supo caracterizar-nos diciendo que: Individualmente somos brillantes o ejemplares, pero que colectivamente no funcionamos bien, como país o como pueblo.
En estos días, el diario La Nación, tituló Messi: “El futbolista extraordinario, no pudo contener al hombre vulgar”. Este pensamiento es típico de la élite argentina. Justamente, este pensamiento elitista se explica con la etimológia de la palabra: VULGAR, deviene de Pueblo o popular, algo que siempre han despreciado.
Esta distinción, esta mención peyorativa, por supuesto, siempre la han tenido, con todos los “héroes populares”. Lo mismo han escrito profusamente, sobre Maradona, esa imposible separación entre el futbolista y la persona.
La característica, que ha demostrado Lionel Messi, en el partido contra “Países bajos”, esa muestra de coraje, en donde verbalmente le salió su lenguaje de origen, EL ROSARINO: “ANDÁ PA’ YA, BOBO, ante el hostigamiento realizado por un jugador Holandés, que no pudo soportar la superioridad futbolística del equipo argentino.
Ese rasgo de carácter, de defensa, de orgullo, que a Messi lo diferenciaba de Maradona: El ENFRENTARSE A LOS PODEROSOS, lo demostró en un momento difícil de rivalidad, en ese momento supo defender los colores argentinos, SÍ, de manera VULGAR, COMO UN HOMBRE DEL PUEBLO.
El carácter, que demostró “El capitán”, lo termina de hacer madurar, no solo como el gran jugador que es, sino como referente del equipo y del Pueblo argentinos. El enfado con los poderosos, al pararse frente al banco de “Holanda” haciendo el gesto del “Topo Gigio”, al estilo de Riquelme, lo humaniza, es un acto desafiante, fue un gesto Maradoneano.
El silogismo Borgeano, es un ideario, que se inscribe en el pensamiento Sarmientino, de “Civilización y Barbarie”, porque, al decir que “El pueblo argentino no funciona bien colectivamente”, está pensando que el comportamiento “civilizado”, ES, el de los países europeos. Este pensamiento “Cipayo”, es tan caro al ideario del diario Mitrista.
La selección argentina, la “Scaloneta”, así denominada popularmente, ha encontrado un funcionamiento colectivo, armónico, solidario; han sabido rodear y conjugar el juego magistral de Messi, de una manera prodigiosa. Tienen amistad, emoción, ninguno se cree más que el otro. Scaloni, lidera el grupo, de manera humilde, racional, brillante, tanto táctica como estratégicamente, pero demuestra también, una hermandad con los jugadores.
Esta selección, ha logrado constituir-se en él: “Héroe colectivo” del que hablaba H. G. Oesterheld, en el Eternauta; este equipo y cuerpo técnico, es un todo armónico, que funciona de manera impar, grupalmente. Por una vez, el Héroe colectivo parece estar por encima de los héroes individuales.
Si bien hay figuras descollantes, como Messi, “El dibu”, De paul u Otamendi, lo que resalta es el grupo, y la unidad que producen dentro y fuera de la cancha. No es que nos hayamos “Civilizado”, sino que, por una vez, y no la única, este equipo se parece a su Pueblo.-
Falucho. –
Desde Ciudad de Buenos Aires, Argentina