Sol en tu invierno adobado por nubes, desolación será encuentro, te lo juro advierte el viento. Árboles abrazados abrigando el paisaje de tantas tardes, acá pinta la pluma y cuentan los cuadros. Adrogué es de los que sienten que amar tanto nunca es demasiado. Deambular sin pensar, ser cielo en este suelo, pájaro de regreso bienvenido en su vuelo. Y la sombra del progreso que amable, no se atreve a opacar, la belleza innata que nos enmarca, paralela a las vías, siendo tren de nuestros días. Un alma solitaria acompañada, por perfumes que invaden la nostalgia, lleva destino de pisadas sin rumbo fijo, aquí en el sur es frecuente ver al norte mirar el piso.