Tomaban una cerveza, en ese bar, en esa mesa, como hace 15 años, a las 20 horas.
-Soñé con mi mujer, le dije, escrutándolo fijamente.
– ¿Te dijo dónde escondió el dinero?
-No. Sólo me contó cómo la mataste luego de torturarla por horas.
Tomaban una cerveza, en ese bar, en esa mesa, como hace 15 años, a las 20 horas.
-Soñé con mi mujer, le dije, escrutándolo fijamente.
– ¿Te dijo dónde escondió el dinero?
-No. Sólo me contó cómo la mataste luego de torturarla por horas.