“En un mundo de gusanos capitalistas,
hay que tener coraje para ser mariposa”.
Lohana Berkins
¿Cuántas veces te subiste a un taxi y/o remis, en medio de la noche, temiendo que el conductor te llevara a cualquier parte? ¿Cuántas de esas veces, algún taxista y/o remisero te intentó seducir o tocar? ¿Alguno reaccionó con violencia y tuviste miedo?
Estas son sólo algunas de las situaciones que se reiteran todos los días. Todas tenemos historias y nos sentimos desprotegidas frente a la amenaza. Todas queremos llegar vivas a casa, pero no siempre sucede.
Fue por ese desamparo que sufrió una compañera, por el acoso de un taxista, que decidieron formar una Red de transporte Transfeminista que trasciende los binarismos.
Cansadas de soportar la crueldad, la discriminación y la injusticia, sin dejar de alzar la voz, sin negociar la verdad, esa singular que nos habita, estas mujeres, lesbianas, chicas y chicos trans no binaries, salen a hacer-se lugar. Y al hacerse, te ofrecen también un lugar distinto, cuidado y solidario, para que no pases por ninguna situación de violencia ni de acoso.
Atravesar las miradas cargadas de prejuicios; construir un lugar diferente al asignado para elegir salir a bailar con esa particularidad que todes tenemos, pero que poques se animan a desplegar. Ellas se animan y animan a todes para que lo hagan.
“Nos empezamos a juntar fines del 2016. En noviembre del 2018, a raíz de que la amiga de una compañera vivió una situación de violencia con un taxista (que para ese entonces era común enterarnos que un taxista había acosado a una compañera, o le había dado muchas vueltas para cobrarle más, o había maltratado a alguna compañera). Esto pasaba todo el tiempo, hasta que sucedió de que este taxista quiso acosar a una compañera, y bueno… ella lo hizo público en un grupo en el que estamos todas que se llama “transfeministas trabajando” y ese grupo visibiliza que los oficios no tienen género. En ese grupo también hay carpinteras, albañilas, plomeras, gasistas y demás. Por eso estábamos nosotras ahí trabajando, porque aportábamos con lo que hacíamos a esa red. Así que, a raíz de esta necesidad de la compañera de armar algo, donde podamos cubrir esa necesidad de trasladar a compañeras que salían tarde de un boliche, tarde de trabajar. O no necesariamente tarde, pero que necesitaban transporte a la mañana y demás, no querían contratar servicios de varones por todo esto y nos quedaba la confianza que teníamos entre nosotras, en las que formamos esa página. En ese momento, nosotras trabajábamos sueltas. Había compañeras que hacían mensajería, otras traslados en autos, yo hacía miniflete y a raíz de ese pedido decidimos juntarnos y tratar de solucionar esa problemática”.
¿Cuántas son las que forman parte de la red y qué actividades realizan?
“De moto somos varias, somos 5 o 6, miniflete somos 5 y… seremos no más de 15, incluída la coordinadora que si bien no trabaja con el vehículo, sí trabaja encargándose de contestar los mensajes por las redes y coordinando los servicios”.
¿Cuál es el objetivo de la red?
“El objetivo es tener un espacio, un grupo de trabajo para mujeres, lesbianas, chicas trans, chicos trans no binaries que tienen un vehículo de transporte, ya sea una bici, una moto, un auto, utilitario, una camioneta y quieran trabajar con esa herramienta. Tenemos muy presente el tema de los valores como la solidaridad, la sororidad, la ayuda mutua; la de brindar un servicio y cobrar de manera justa por ese servicio. Muy presente también la conciencia social. Planteamos un modelo de trabajo autogestivo, con cupo laboral trans, rompiendo los estereotipos de género, visibilizando que los oficios no tienen género de hecho. Buscamos motivar también el empoderamiento de la diversidad de nuestro colectivo, de las mujeres, lesbianas, chicas trans, chicos trans y no binaries, porque buscamos la igualdad de salario, buscamos fortalecer la economía de este tipo, para que no quedemos afuera del sistema capitalista heteropatriarcal”.
Judith Butler, dice algo muy interesante al respecto: “No hay ningún motivo para clasificar a los cuerpos humanos en los sexos masculino y femenino a excepción de que dicha clasificación sea útil para las necesidades económicas de la heterosexualidad y le proporcione un brillo naturalista a esta institución”.
La red de transporte transfeminista busca romper con estos binarismos y de ese modo, resiste a la clasificación que pretende empobrecer, dañar y excluir a determinada población, invisibilizando su existencia.
“Buscamos trabajar en red porque también buscamos alianzas para vencer las distancias geográficas, las diferencias culturales, para intercambiar información, ideas, experiencias, conocimientos y también motivar a otras mujeres, lesbianas, chicas y chicos trans no binaries a que se animen a un modelo de trabajo autogestivo y queremos también, superar el obstáculo de la falta de trabajo, que sabemos es muy lento para nuestra comunidad el hecho de tener un trabajo estable y formal. Como sabemos tenemos que esperar a que se reglamenten en algunas provincias, en otras ni siquiera está aprobada la ley de cupo laboral trans. Y digamos para tener de alguna manera, una acción directa ya, animar a otres compañeres de nuestro colectivo para que se animen a un modelo autogestivo de trabajo”.
Transportar y multiplicar solidaridad
“¿Damas? o ¿Caballeros?
o nuevos rincones para inventar”.
Susy Shock
Elles recorren la ciudad, trabajan muchas horas para llevar algún pedido puerta a puerta, para hacer mudanzas y demás traslados, lo cual se ha visto transformado en este tiempo de pandemia. Además, construyen puentes con otras organizaciones comprometidas con los derechos humanos y de ese modo, se va tejiendo una red más amplia que las fortalece.
“Participamos de otros espacios, apoyamos la lucha de otras compañeras, por ejemplo de “Sueño de mariposas”, que es un espacio intergeneracional que busca visibilizar la vejez lésbica como etapa de resistencia, memoria y comunidad. Además las compañeras están en plan de construir un Lesbiátrico, para que las compañeras adultas mayores, puedan vivir en comunidad ante la falta de vivienda digna que hay.
También apoyamos la lucha de las compañeras del “Taller textil Luis Viale”, queremos que sea un espacio de memoria.
También apoyamos la lucha y formamos parte de la Campaña de absolución por Higui, que es una compañera lesbiana que está esperando juicio por haberse defendido de una violación correctiva. Y también colaboramos con “Transsistemas” que es un grupo de compañeres que llevan adelante cursos gratuitos de sistemas para la comunidad Trans.
Apoyamos varias luchas y participamos de varios colectivos.
También apoyamos a las compañeras que están presas, con causas armadas, que están hace un montón privadas de la libertad y nadie se acuerda de ellas. Porque a nosotras básicamente, el feminismo blanco, racista, con privilegios, no nos representa. Por eso es que nosotras apostamos por un transfeminismo. Visibilizamos esa palabra cada vez que podemos de hecho”.
La pandemia ha generado cambios y transformaciones. ¿De qué modo las afectó a ustedes?
“Nos vemos afectadas en el sentido de que los trabajos que teníamos antes de la pandemia, no los podemos hacer, como por ejemplo: traslados a los aeropuertos con fines turísticos ya no lo podíamos hacer y tuvimos que reformular eso. Y básicamente estuvimos haciendo muchas entregas, mensajería de puerta a puerta. Estuvimos haciendo todo lo que es entrega de medicamentos. Tuvimos que buscar la manera de los viajes de traslados que hacíamos, que brindábamos a personas que tenían que ir al trabajo, tenían que ir a un lugar que era lejos, modificarlos y hacer entrega de puerta a puerta.
Las mudanzas pasaron a ser todas mudanzas de personas que no podían pagar el alquiler y se tenían que ir; o desalojos que entre comillas no se podían hacer pero se estaban haciendo; separaciones, hubo muchas separaciones en la pandemia”.
¿Algún proyecto que estén pensando y quieran compartir?
“Sí, proyectos tenemos muchos. Queremos tejer redes con compañeres mecániques de autos, con compañeres que den clases de manejo para conducir, sumar compañeres en el rubro del transporte para poder seguir tejiendo redes y crecer.
Queremos que nuestro espacio de trabajo se replique en otras provincias, en otros países. Que la comunidad nuestra de chicas trans, chicos trans no binaries se anime al trabajo autogestivo”.
¿Cuáles son sus sueños?
“Nuestro sueño es que… surjan emprendedores y compañeres autogestives de todos lados, que esto también sea un modelo de política pública que pueda dar trabajo a nuestra comunidad en todos lados”.
¿Qué mensaje les gustaría transmitir a las personas que lean esta entrevista?
“El mensaje que se animen a ser autogestives, que se animen a salir del miedo, de la lógica de trabajar bajo relación de dependencia. Animarnos a hacer cualquier cosa y a trabajar de manera autogestiva no es tan difícil, tampoco es fácil, pero se tiene la libertad de trabajar las horas que una quiera y no obligarse a trabajar más de 12 horas por un sueldo miserable. Animarse a salir de esa lógica y animarse a entablar redes con otras personas, a formar grupos, a darse ánimo, a apañarse con otres compañeres”.
¿Qué ayuda necesitan?
“De todo tipo, desde personas que quieran colaborarnos, ayudarnos a gestionar desde un subsidio habitacional, hasta una ayuda económica para les compañeres que lo necesitan que, a diario, nos piden ayuda. Con donaciones, porque también estamos colaborando con otres compañeres que están sosteniendo entregas de mercadería a gente que lo necesita.
A personas que quieran brindarnos apoyo de cómo seguir creciendo con nuestro grupo, con nuestra red.
Nuestra idea también es formar una cooperativa. Es muy complicado, por eso necesitamos de todas las ayudas posibles, de todas las personas que nos quieran brindar ese apoyo, ese acompañamiento. Queremos que el Estado nos tenga en cuenta con este emprendimiento que tenemos. Queremos que sea una solución por parte del Estado.
Cualquiera que quiera ayudarnos de la manera que considere, porque esto es algo abierto”.
Lohana Berkins estaba convencida de que el motor para el cambio era el amor y en los últimos días de vida agradecía y decía:”El amor que nos negaron es nuestro impulso para cambiar el mundo”.
La Red de Transporte Transfeminista no sólo trabaja para vivir dignamente, sino que también nos protege, nos empodera, nos muestra con su ejemplo varias posibilidades, mientras nos invita a reflexionar acerca de los dualismos que dividen.
También estoy convencida de que el amor y la ternura, siempre dibujan la revolución y nos rescatan, más en estos tiempos de lazos endebles e individualismos.
Charlie Romeo (Fletes), Verónica Rojas (Motomensajería) y Teresa Silva entre otres,
apuestan a una red de amor y de a pasitos, van transformando el mundo.
Trans
al otro lado de…
la imposición descarada de les otres.
Detrás de…
una lucha continua hacia adelante.
A través de…
una red infinita que apuesta,
a la quema de etiquetas
para que te animes a ser
quien tengas ganas de ser.
Trans
más allá del mundo
al otro lado del charco
detrás de la oscuridad
el sol puede atravesarte
para que puedas brillar.
Para contactarse con la Red de Transporte Transfeminista
En Facebook: https://www.facebook.com/reddetransportetransfeminista
Instagram: Red Transporte Transfeminista
Para llamarlas y contratar servicios de mensajería, fletes y demás:
+54 11 6467-2296
Fuente: https://noticiasancap.org/