Hablo hoy de lo que siento mío mis colinas brillantes espaldas dobladas de enormes ballenas lomos duros que emergen, resurgen. Amo de ellas lo que aparece y desaparece, la magia de nubes calcinadas y vapores espumosos, los árboles que se mecen entre neblinas, que antes de levantarse, descansan. Amo en mis colinas lo que nace y renace, lo que vive lejos del miserable clamor y habla desde la distancia inconsciente. Amo este refugio lejos de la gente, el arrastre lento que desvanece en la sumergida corriente que se lleva mi sed de aire.