Siempre tendré la poesía como excusa.
Tendré las flores más rojas. Un recuerdo vivo.
Tendré al hombre y no a Dios.
Los muelles en la arena de la isla de Cuba.
Las torres del Paine.
Otra chica abusada llorando en la ciudad.
Siempre habrá un nuevo facho restringiendo accesos
y otra selva en llamas.
Bonistas que compran y venden nuestras ganas.
Pueblos rotos por el hambre y la pobreza estructural.
Puedo decirles a otros, aunque yo no lo crea.
Que hasta el día más triste se termina a las doce.
Que hace 170 años lo advirtió Karl Marx.
Que su diagnóstico aplica también para Latinoamérica.
Siempre me quedará Martí y odiar las fronteras,
la infancia en peligro,
las injusticias, la deuda externa, la explotación.
La Plaza de Mayo, la libertad y esa igualdad que no llega.
El amor para siempre y el sueño de revolución.
Todo eso de lo que yo debería escribir en mis poemas.
Si no te vas.