“Tengo un vínculo de mucha intimidad con los libros”. Entrevista a Lucía Cass. Por Juan Botana

“Tengo un vínculo de mucha intimidad con los libros”. Entrevista a Lucía Cass. Por Juan Botana

Lucía Cass es abogada y escritora, coordinadora del doctorado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Mar del Plata y autora del libro “No te mueras dos veces”.

¿Cómo es tu relación con los libros?

Tengo un vínculo de mucha intimidad con los libros. Las veces que me han propuesto lecturas en simultáneo y a viva voz, no he dudado en declinar mi participación. Sí fui parte de varias lecturas compartidas ¾que proliferaron en época de pandemia¾ en las que me sentí muy cómoda y las disfruté, fundamentalmente porque la lectura era en solitario y luego, a través de alguna vía de comunicación, una iba comentando sus apreciaciones. Íntimo, también, porque el narrador me está contando algo y necesito silencio y privacidad para procesarlo, también un anotador donde pueda volcar lo que me ha parecido. No digo con esto que no pueda leer en el banco de una plaza o a la espera de una reunión, aprovecho todo espacio que se propone, pero si tengo que elegir la ocasión ideal, sin dudas es sola y en casa.

Me une a los libros, también, un lazo de profunda sinceridad; esto no ha ocurrido siempre. Por años me he obligado a leer textos que no quería solo por la culpa que me generaba dejar una lectura a medias. Esto ha cambiado radicalmente y creo que tiene que ver con la conciencia y el valor que le doy a mi bien más preciado: el tiempo. Dedico tiempo solo a lo que me interesa y esto aplica a todos los ámbitos de mi vida y los libros no son la excepción.

Mencionaría, por último, que tengo una relación de gran simultaneidad con los libros: leo varios a la vez y no, no me confundo sus tramas ni sus personajes. Me gusta tomarme un respiro de uno y seguir por otro y luego volver, hasta que los termino. Con algunos eso no ocurre, simplemente porque no los podés dejar, porque te persiguen a vos, en ese caso, también dejo que rija mi interés y mi deseo.

Es, definitiva, una relación sana y real y de las pocas que me atrevería a decir perpetua.

¿De qué trata “No te mueras dos veces”?

Una respuesta concisa sería: sobre la muerte. Pero algunas respuestas merecen desarrollo. Si bien el quid de todos los cuentos -y del libro en su conjunto- es la muerte, la idea de muerte o la inminente posibilidad de que ocurra, es cierto también que las historias se ven atravesadas por otras temáticas. La soledad está muy presente, soledades elegidas y otras que no lo son, pero que aparecen como consecuencia de la pérdida de afectos, por ejemplo. Los mandatos sociales, constituyen otro tema que transita varios de los cuentos. Sexualidad, violencia, acoso escolar, culpa, traición. Todos los temas de “No te muerdas dos veces” se caracterizan por presentar circunstancias que no responden a la realidad de los hechos pero que, bien, podrían ser reales. Por eso el subgénero en el que se encuentra es el Realismo psicológico, los personajes piensan y reflexionan acercan de estas temáticas mientras las historias se desarrollan. Y la idea de muerte siempre los circunda, los problematiza, los aprisiona o los libera, según el caso.

¿Cuánto incomodan los cuentos?

Incomodar es, en realidad, un deseo y también una provocación. Si son o no incómodos corresponde que lo diga el lector. Entiendo el sentido de la pregunta y la voy a contestar desde mi perspectiva. Considero que incomodan porque los personajes no dicen ni hacen lo que comúnmente se espera de ellos. Y esto no se debe a una deliberación en esa rebeldía, sino a que hacen lo que pueden. En ese sentido, construir personajes complejos siempre fue uno de mis objetivos: un discapacitado motriz que se aleja del rol pasivo, que desea e incluso va más allá, es un libidinoso a punto tal que olvidás su condición; una esposa que en pos de conservar la imagen familiar, intenta evitar que su marido la abandone y se expone al límite de la desesperación y, tal vez, de la locura; una joven que ama y aborrece con la misma tenacidad, que no sabe ni puede decir que no quiere la vida que ha construido y decide… bueno, prefiero no contarlo todo.

Para terminar, considero honesto decir que también ha sido para mí incómodo escribir muchas circunstancias que atraviesan los personajes y eso fue un desafío que decidí transitar. Porque escribir, qué decir, qué omitir y cómo decirlo, es siempre una decisión a tomar.

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