El impacto de la tecnología y las redes sociales en las relaciones de pareja es un tema cada vez más relevante dado el papel predominante que estas herramientas tienen en nuestra vida cotidiana.
A nuestro alrededor observamos que la forma en que las parejas se comunican, resuelven conflictos y mantienen la intimidad ha cambiado notablemente con la aparición de las nuevas tecnologías.
A raíz de esta situación, pienso que algunos de los aspectos importantes donde esta transformación se hace visible son:
Comunicación instantánea y accesibilidad
Actualmente somos testigos de que la tecnología ha facilitado una comunicación más rápida y constante entre parejas, lo que puede fortalecer la conexión emocional especialmente en relaciones a larga distancia. Sin embargo, la constante accesibilidad puede llevar a expectativas poco realistas sobre la disponibilidad de la pareja, generando conflictos cuando uno de los miembros no responde inmediatamente.
Las plataformas de mensajería instantánea y las redes sociales, por ejemplo, han permitido que las parejas estén en contacto constante, y si bien esto puede fortalecer la relación al facilitar la comunicación diaria, también puede generar problemas como la dependencia excesiva del teléfono o la interpretación errónea de los mensajes, causando desacuerdos.
Así, la tecnología permite una comunicación rápida pero también genera el escenario para que las parejas eviten resolver conflictos cara a cara, y de este modo, las discusiones por mensaje careciendo de tono y contexto, quizá agraven los problemas en lugar de resolverlos.
Celos y desconfianza
Por otro lado, el uso de redes sociales como Instagram, Facebook, y WhatsApp puede exacerbar los celos y la inseguridad en la relación. Ver a la pareja interactuar con otras personas en línea, o interpretar mal un “like” o un comentario, puede generar malentendidos.
De este manera, la facilidad para seguir la actividad en línea de la pareja puede llevar a comportamientos de vigilancia y control del hacer del otro, erosionando la confianza en la relación.
Comparaciones y expectativas irrealistas
Además, las redes sociales suelen mostrar solo los aspectos positivos de las relaciones, y esto puede promover comparaciones dañinas y establecer expectativas poco realistas.
En consecuencia, la necesidad de “demostrar” una relación feliz y perfecta en línea puede generar una presión social adicional, afectando la autenticidad de la relación, y la de cada miembro de la pareja de manera individual.
Dependencia de la tecnología
Como mencioné antes, la tecnología facilita la comunicación, pero también estimo que puede interferir en la calidad de las interacciones. El uso excesivo de dispositivos móviles puede llevar a que las parejas se sientan ignoradas y excluidas del vínculo.
La tendencia a realizar varias tareas al mismo tiempo, como mirar el teléfono durante una conversación, puede reducir la calidad del tiempo compartido, afectando la intimidad y la conexión emocional.
Las aplicaciones de citas han revolucionado la forma en que las personas se conocen y forman relaciones. Si bien han facilitado encontrar pareja en algunos casos, también han cambiado la dinámica de las relaciones, el cómo encontrarse con otro en una relación de paridad, haciendo que algunas personas perciban las relaciones como algo desechable o fácilmente reemplazable.
Infidelidad digital
Es posible advertir que la tecnología ha hecho que sea más fácil para algunas personas participar en conductas de infidelidad, ya sea a través de aplicaciones de citas, mensajes de texto o redes sociales.
Aun así, las definiciones de infidelidad pueden variar, y lo que una persona considera una traición, como enviar mensajes sugestivos a alguien más, otra persona puede verlo como inofensivo.
Uso consciente de la tecnología
No obstante, considero que las parejas pueden usar la tecnología para fortalecer su relación, compartiendo experiencias a través de videollamadas, enviando mensajes de apoyo, o incluso jugando juegos en línea juntos.
La tecnología puede ser una herramienta para mejorar la comunicación si se usa de manera transparente y con límites acordados mutuamente dentro de un contexto saludable, evitando afectar el tiempo de calidad que las parejas pasan juntas.
Y si en efectos y equilibrios pensamos, el desafío aparece en la posibilidad de encontrar un bienestar integral frente a este impacto dual para el logro de una relación sólida y satisfactoria. Obstáculos pueden transformarse en oportunidades…
Lic Claudia Carina Oviedo MP 3082
