Sergio Massa. Por Juan Botana

Sergio Massa. Por Juan Botana

Probablemente sea el candidato más votado el domingo 13 de agosto en las PASO. Pero eso no lo hace presidente. Puede que la sumatoria de los votos de Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta sea mayor que la de él. Pero eso tampoco hace que el candidato ganador de Juntos por el Cambio le gane el 22 de octubre o en un eventual balotaje el 19 de noviembre. El Frente de Todos tuvo que cambiar de nombre y auto-percibirse Unión por la Patria para presentarse a una elección. Tuvo que correr de la escena al presidente Alberto Fernández, sacar a la calle a Cristina Fernández de Kirchner y  a la militancia kirchenista y después guardarla, bajar la candidatura de Daniel Scioli y olvidarse de la de Wado de Pedro y la de algún gobernador y hacer que los medios de comunicación se olviden de la causa vialidad de Cristina, del intento de homicidio y de la foto del cumpleaños de Fabiola Yáñez en plena pandemia. Tuvo que suavizar el acuerdo con el Fondo, la inflación, la inseguridad, la pobreza infantil y correrse a la centroderecha para ser competitivos. Y para los kirchenistas ofendidos, la posibilidad de votar a Juan Grabois. Y ni él ni Massa hablan mucho en la campaña de Juan Perón ni del Papa Francisco. Y salvo por el gasoducto un poco de Néstor Kirchner, pero poco. Eso se lo dejan a Axel Kicillof y a los intendentes de la provincia de Buenos Aires. Y ahí es justamente donde más se juega Massa su elección. Hoy Massa depende más de los votos que consiga Kicillof en la provincia de Buenos Aires que los que Massa le pueda aportar al actual gobernador. Y si Massa llegara a ser presidente fue buscando por dónde meterse durante años. Fue de la Ucedé y se hizo peronista cuando se casó con Malena Galmarini. Una vez peronista fue Administrador General de Seguridad Social e Intendente de Tigre y llegó a ser Jefe de Gabinete durante el gobierno de Cristina de Kirchner. Rompió con el kirchenismo y armó el Frente Renovador con Alberto Fernández y Roberto Lavagna. Le paró en el Congreso la re-relección a Cristina. Quiso armar un gran frente opositor a Cristina Fernández con gobernadores peronistas como Juan José De la Sota y Juan Manuel Urtubey. Como no le salió casi va a una interna con Mauricio Macri para ganarle a Daniel Scioli. Después se alió con la ex radical Margarita Stolbibzer queriendo entrar a la Rosada por la ancha avenida del medio. Se presentó a presidente y perdió. Hace cuatro o cinco años se alió con Cristina y pusieron a Alberto Fernández de candidato a presidente para ganarle a Macri. Hoy es el Ministro de Economía del partido gobernante y tiene por año más de 100% de inflación. Acaba de pagar los intereses de la deuda externa con la plata de un acuerdo que hizo con Qatar, negocia créditos con China y casi seguro si es elegido presidente haga un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario presionado por el kirchenismo, la imposibilidad de cumplirlo y la situación del país. Aclaremos que él no contrajo la deuda, sino Mauricio Macri que está cómodo en su casa viendo como muchos de los problemas del país giran en torno a la falta de dólares y la deuda que se pagaba sola en 100 años y eso hasta ahora no pasó. No es un líder carismático. Si es un buen administrador tendrá que demostrarlo, lo mismo si puede bajar la inflación, generar puestos de trabajo y conseguir inversiones. Con tasas al 95% parecería que no. Sería un buen negociador, un buen político y se mueve como si ya fuera presidente. Cree que con acuerdos y por el centro del abanico ideológico se ganan las elecciones. Lo mismo creía Néstor Kirchner y seguramente su amigo Horacio Rodríguez Larreta. Su campaña a presidente con alusiones a la patria y su cara tan seria pegada en un afiche a la de Agustín Rossi y en otro a la de Máximo Kirchner no dan muy simpáticas. Igual de serias que las de las boletas. Quizás para dar mayor compromiso de gestión. Tampoco conmueven sus spots publicitarios. Tienen mucho más gancho los jingles que hacen los ciudadanos y que le mandan a algún streamer, suben a redes sociales o mandan por whatsapp. Habrá que esperar el acto de cierre de campaña del jueves en el que se espera la visita de Alberto Fernández y de todos los candidatos de Unión por la Patria: Agustín Rossi, Axel Kicillof, Verónica Magario, Eduardo “Wado” De Pedro, Victoria Tolosa Paz, Juliana Di Tullio, Máximo Kirchner, Cecilia Moreau, Leandro Santoro, Mario “Paco” Manrique, etc. Algunos kirchenistas dirán que su candidatura es estratégica. Puede que lo sea para tratar de ganar una elección. Pero cada vez que el peronismo fue estratégico dejó de ser peronismo o perdió.

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