Las abejas se cuelgan de la brisa como si pendieran del hilo invisible de un titiritero. La mañana teje con lentejuelas un sol gigante, salpicado
Las abejas se cuelgan de la brisa como si pendieran del hilo invisible de un titiritero. La mañana teje con lentejuelas un sol gigante, salpicado