Siempre nada. Nunca algo. Jamás alguien. Ése es el panorama para nosotros, los que conocemos el barro, los que juntábamos billetes de dos pesos, moneditas
Siempre nada. Nunca algo. Jamás alguien. Ése es el panorama para nosotros, los que conocemos el barro, los que juntábamos billetes de dos pesos, moneditas