Desde la Acrópolis, la mujer se entrega a la contemplación dórica. Al terminar su meditación, lanza una pregunta a los dioses: ¿Es verdad que la luna
Desde la Acrópolis, la mujer se entrega a la contemplación dórica. Al terminar su meditación, lanza una pregunta a los dioses: ¿Es verdad que la luna