¿Qué es la pobreza? Por Luz Ríos Iribarne

¿Qué es la pobreza? Por Luz Ríos Iribarne

Siempre creemos que la desesperación de la miseria es algo lejano, ajeno, hasta que nos amordaza. En el último tiempo se hizo dolorosamente habitual escuchar de nuevos desocupados. Ya casi para nadie es un número publicado, sino que lo escuchamos en la calle, lo leemos de nuestros amigos, y le tememos como un susurro en la nuca “Estaba todo ok pero recibí el telegrama esta mañana”. 

Quienes conservan su trabajo se dividen en dos, “Es lamentable, no sé qué va a hacer ahora” o “Bueno, pero se veía venir”. Se lamenta la situación o se “justifica”. Ahora el presidente habla muy cómodo de la baja en el índice de pobreza. ¿Pero cómo se mide la pobreza? Hasta los medios hegemónicos y “tradicionales” lo publican cada cierto tiempo. “Hace falta un ingreso de X para no ser pobre”. Y ahí está la clave. El ingreso. 

¿Contempla a los miles de nuevos desocupados? ¿Contempla a los jubilados que cobran muy por debajo del mínimo?

Cualquiera con un cálculo rápido puede ver que los sueldos en sí son casi iguales a los de la década del 90 (si calculamos en dólares). Pero también con el mismo cálculo podemos advertir que nada conserva el mismo precio (en todo el mundo no hay un solo lugar que tenga los mismos precios tras 30 años).

Hace unos meses, alguien reclamaba no llegar a fin de mes con su sueldo, y la respuesta completamente desinteresada fue “Si no pudieran comer estarían muertos”. La idea de llegar al exterminio quedó clara. 

Entonces ahora se enorgullece de mostrar una baja en el índice de pobres, no anunciándolo a sus seguidores, sino “a vos kuka” dejando claro una vez más que quien no lo apoye es “kuka”, “el enemigo”, o zurdos “que vamos a perseguir hasta el último rincón”. 

Ya más arriba quedó claro por qué hablamos de exterminio. Y se enorgullecen en afirmar “Hay 7 millones de pobres menos en Argentina”. En seguida suman “Son siete millones de personas que ahora llegan a la canasta básica”, pero basta analizar los números que tenemos alrededor para dudar al respecto.

Cuando se recortaron coberturas de PAMI hubo miles de jubilados que no pudieron comprar su medicación. Con un cinismo difícil de digerir hubo quines expresaron “Hay quienes llevan demasiada medicación”. Hace semanas corrió la noticia de un jubilado que se quitó la vida por la desesperación de no poder ni con su medicación ni con la comida. Circuló la noticia de solo uno, pero no sabemos cuantos más lo hicieron o cuantos fallecieron por esto. Aunque desde el poder vuelven a proclamar con soberbia “Siete millones de pobres menos”. Sí. Hay quienes no pueden vivir, quienes cayeron en la indigencia, o quienes se van, pero como sea, son personas hacen a los números, pero se tapan los detalles. 

Mientras tanto el grotesco llega al extremo cuando se muestran dos militantes contando “Sí, fuimos a robar de las donaciones a Bahía Blanca, pero fue algo noble, porque estaban recibiendo demasiada ropa”; aunque siempre se puede potenciar con “Pero no lo tenés que decir eso”. “Eso”. Dos chicos que no se amparan en el saco con corbata no pueden decir “Eso”, aunque otro funcionario, ante la pregunta por el aumento de las personas en situación de calle declara “No podemos romantizar que haya personas revolviendo la basura”, luego de haber dicho días atrás “A las villas no hay que urbanizarlas, hay que eliminarlas”. Otra vez este concepto. 

Y amparado en su traje, el presidente vuelve a hablar de “kukas”, como si llamarnos como lo que él considera un insulto nos fuera a cerrar la boca. Se expresa así dejando fuera a quienes no pueden recibir su mensaje, pero en el medio quedamos quienes contamos con algún dispositivo que nos permita recibir alguna información, y que pasamos a ser “los otros” sencillamente por no formar parte siquiera de esa pobreza minoritaria, por haber quedado fuera del circuito.

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