Nube negra: carta abierta de Susana Rodríguez sobre una frase de Galeano

Nube negra: carta abierta de Susana Rodríguez sobre una frase de Galeano

Buenas noches.

Según mi sobrino que está viviendo en Córdoba, no estaba muy seguro el tiempo allá : cielo bien celeste y bastante sol, pero una nube casi negra lo rodeó y al rato llovió.

Obvio que le eché la culpa al eclipse.

Últimamente tuve que acostumbrarme a deslindar responsabilidades, a pasar el fardo a lo más evidente; claro que yo no tengo nada que ver con el pronóstico, ni con los astros, ni con la temperatura. Pero creo que fui aprendiendo que resulta más económico cargarle a cualquier otro una situación negativa (originada por mí o no ) que puede perjudicar a muchos otros.

Y me duele que naturalicemos los desastres cotidianos causados por seres de carne y hueso contra otros seres vivos, que al decir de Galeano, también deberían ser Sentipensantes. Me hiere la violencia contra los jubilados y jóvenes. Me enferma la superficialidad de las explicaciones posteriores. No es hartazgo, es pena. Porque no viví para esto, no acepto esto, no trabajé durante 33 años para esto, porque no enseñé esto.

Y lo peor es que todos, tan campantes, analizan cualquier cosa, opinan de cualquier situación, defienden (algunos) lo indefendible sin considerar la cantidad de “gente” que salta los molinetes, camina por las vías, hace de tripas corazón para seguir yendo a trabajar como sea. Sin profundizar en los principios innegables (techo, trabajo, educación, salud…) asistimos al comentario virtual de un mundo ilusorio, con números mentirosos .

Mi abuelo repetiría que la lástima no sirve porque es individual y egoísta , la acción es compromiso y útil hacia el necesitado.

Igualmente lamento que nos conformemos con el olorcito a asado privilegiado esta noche de septiembre a pesar de soportar la negación de la realidad tan dolorosa que cada vez se nos acerca más y nos cierra la garganta. Soy jubilada y eso me basta para emocionarme, enojarme y reaccionar.

Llamemos a las cosas por su nombre: la ineficiencia, tarde o temprano se nota (y mucho) ; la crueldad siempre termina descubriendo su propia imagen en el espejo, la venganza ciega generalmente llega al emisor.

Por eso: si el asado nos representa como pueblo, que la solidaridad no nos abandone porque refleja los valores de nuestro pueblo. Héroes son los que se sacrifican, no los que viven a costillas de los que luchan todos los días.

Nunca olvidar la “foto” de hoy y que la amargura de la “radicheta” nos permita descubrir el verdadero valor de la palabra.

En nombre de mis mayores, de mis profesores, de mis colegas, de mis alumnos, sentí que ya podemos decir BASTA.

Nuestra Patria se lo merece.

Amén.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *