“Yo canto a la chillaneja

si tengo que decir algo,

y no tomo la guitarra

por conseguir un aplauso

yo canto a la diferencia

que hay de lo cierto a lo falso

de lo contrario, no canto”.

Violeta Parra.

Ellas encuentran los versos dibujados en pueblos y luchas cercanas, para transformarlos en un canto urgente que habla de revoluciones que nacen desde el pie, como diría Zitarrosa.

Cuentan que allá en la edad media, nació está figura del trovador, como un poeta que componía sus canciones a partir de sus versos. Aunque en su mayoría el tema elegido para sus canciones era el amor, en ciertas ocasiones, abordaban también cuestiones políticas, o miradas críticas sobre aspectos de la realidad social.

Se dice que el trovador “buscaba” y la “trobairitz” “encontraba”.

Las trobairitz eran mujeres que, durante el siglo XIII, le cantaban y declaraban su amor a caballeros, trovadores y, también, a otras mujeres. Nunca a sus esposos.

Sus versos también hacían referencia a la magia, a los sentimientos que les generaba su vida cotidiana, a sus ideas de lo que ocurría a su alrededor. Dejaban de lado la pasividad propia de las musas, para reclamar iguales condiciones en el amor.

La existencia de estas mujeres fue silenciada y no suele aparecer en la historia de la música.

Por eso, se vuelve urgente un canto que rescate no sólo a Las trobairitz, sino el paso de todas aquellas mujeres que han dejado miguitas de pan a lo largo del camino, para que lo recorramos juntas.

Mujertrova resuena en este sentido como un movimiento artístico y social que, además de rescatar, denuncia las injusticias a través de canciones que lleguen al corazón y visibilice a les olvidades.

La música atravesando los límites espaciales y destacando la cultura de cada región, no sólo a nivel nacional, sino también en toda Latinoamérica.

Teresa Parodi y Vicente Feliú acunan y acompañan como madrina y padrino, este movimiento de trovadoras.

Dialogamos con Daniela Trovati, una de las integrantes del movimiento, quien nos cuenta acerca de los orígenes.

¿Cómo nació Mujertrova? ¿Cuál fue la idea inicial que las convocó y dónde?

Mujertrova nace de la iniciativa de Paula Ferré y Alejandra Ravinovich que querían saber cuántas mujeres había, a nivel nacional, haciendo canciones sociales a base de voz e instrumento.

Se nos convocó en 2013 por primera vez en el Espacio Ecunhi., con la presencia de Vicente Feliú. En ese entonces fuimos 10 trovadoras.

¿A qué se debe el nombre y cómo piensan la música trovadora y más específicamente, la trova femenina?

El nombre hace referencia a la canción social hecha por mujeres. Que no está estrictamente ligada a la música cubana, sino que mujertrova toma la “trova” para resignificarla de una forma más amplia y extendida a los diversos géneros musicales o expresiones populares de donde pertenecen cada trovadora. Básicamente la trova femenina, se basa en contar las luchas y las historias del lugar de donde cada una es.

¿Quiénes la conforman? ¿Hay una convocatoria para las nuevas músicas; algún criterio para formar parte?

Conformamos el movimiento actualmente casi 40 mujeres. En diferentes periodos los modos de ir ingresando fueron variando, y los criterios principales son: cantar y tocar un instrumento interpretando canciones propias con vinculación con lo social, y tener ganas de trabajar en un colectivo.

¿Qué las inspira para tocar y conformar este movimiento de mujeres?

Descubrimos que juntas somos más fuertes, que juntas es más fácil repensarnos en esta sociedad. Descubrimos que colaborando entre nosotras no teníamos techo y es así que generamos encuentros increíbles, tocamos en teatros hermosos, en el Congreso de la Nación y diversos encuentros nacionales. Estar en este movimiento, es saber que contás con un montón de mujeres que se manejan en el mismo ámbito que vos, y que ahora las formas las hacemos juntas.

A las mujeres

“En honor a las pasadas

A las que murieron en batalla

Aquellas que fueron primeras

Que marcaron la diferencia”.

Daniela Trovati.

Me gustaría que me cuenten algún recuerdo especial de los conciertos. Alguno que recuerden en particular.

Recuerdo un encuentro que gestioné en Mendoza, yo estaba muy estresada porque quería que todo salieran bien a nivel gestión, publico, sonido, prensa etc. Recuerdo el momento en que me toca cantar… la canción se llama “A las mujeres”, iba por la primera estrofa y me pongo a llorar de la emoción de cantar esa canción que es un homenaje a las mujeres en la presencia de mis compañeras. Entonces cuando siento que no iba a poder terminar por el llanto, mis compañeras empiezan a cantar y acompañar mi canción, la terminamos todas juntas.

Además de pertenecer a Mujer Trova, ¿tienen relación con otras organizaciones artísticas?

Si, con Las Violeteras, que son mujeres que compusieron canciones a Violeta Para y son cantautoras, y el encuentro nacional de mujeres. Pero casi todas habitamos espacios de organizaciones artísticas y sociales.

Durante estos años han grabado varios discos. ¿Cómo fue ese proceso?

Si, hemos grabado discos, y ha sido muy interesante poder juntar el material de las compañeras para armar algo en conjunto. Los procesos han sido largos a veces porque somos muchas, y algunas compañeras no tenían temas grabados para aportar al disco; otras no los tenían registrado en Sadaic, y así cada una tuvo que ponerse al día en lo que le faltaba para poder llegar a tener un material juntas. Son desafíos lindos que hicimos acompañadas.

Los días 27 y 28 de noviembre, estarán brindando un concierto virtual en el Ecunhi “El canto urgente como latido”. Me gustaría que nos contaran acerca de este evento. ¿Por qué consideran este canto como algo urgente?

Consideramos que el canto femenino es urgente porque representamos a un sector de la sociedad que sabemos históricamente ha sido silenciado y oprimido, hoy tenemos la oportunidad de subirnos al escenario con nuestros instrumentos y decir y expresarnos con nuestro sentir y ser mujer. Y eso ya no puede esperar más, es hoy y siempre. Lo mejor es que, podemos subirnos juntas o no, pero sabemos que hay un colectivo de mujeres atrás que nos sostiene, nos entiende y apoya. Estamos juntas. El canto es urgente y es ya.

En esta edición participarán del concierto 28 compañeras. Cada una de estas artistas presentará una canción propia, en un viaje audiovisual, musical, poético y conceptual en dos conciertos de aproximadamente una hora. Compartiremos qué es MUJERTROVA y lo que tiene para darnos en este año tan especial: el mensaje de sus protagonistas, sus paisajes, sus canciones, etc. Quienes asistan a esta experiencia artística transitarán por las emociones y alegrías transformadoras que emergen al recorrer el universo sonoro que proviene de diferentes regiones de la Patria Grande.

¿Algún otro proyecto que quieran compartir?

El año próximo queremos editar nuestro tercer cancionero, cosa que no pudimos concretar este año.

Hablando de proyectos… ¿qué sueños les gustaría cumplir?

Queremos llegar a encontrar, por lo menos, a una trovadora de cada provincia de la Argentina. Para que Mujertrova tenga al menos una representante de cada provincia y sea federal. Y queremos dejar discos y cancioneros, para que las futuras generaciones sepan con qué estábamos comprometidas las mujeres del 2020, a qué le cantábamos, cuáles eran nuestras luchas y cuál es nuestro legado.

¿Qué significa para ustedes resistir desde la música y desde el arte?

Creemos que una forma de resistir es no darnos por vencidas, es seguir generando encuentros, discos, cancioneros, dando el presente en los escenarios y movidas sociales.

Resistir desde el arte es acompañar, es llevar esperanza, es solidarizarnos es estar, donde se necesite nuestro canto urgente.

Y finalizando… ¿qué quisieran transmitirles a las personas que lean esta entrevista? ¿Cuál sería el mensaje para multiplicar?

Nos gustaría que la gente nos conozca, escuche nuestra música y nos acompañe en los conciertos. Tenemos mucho para dar y contar a través de las canciones.

Paula Ferré, una de las fundadoras de este movimiento, define a la Trovadora como una cantora que, con su voz, recorre el camino de su vida comprometiéndose con su entorno. “Es esa militante cultural cuyo compromiso es cantar para hacer saber lo que sucede; lo manifiesta en su quehacer poético, musical y en su vida a través de su entrañable vínculo con lo social. Construye, busca y expresa coherencia entre lo que es y lo que canta”.

Ellas apuestan a un sonido que haga eco en un mundo desamparado, donde los lazos endebles delimitan un vacío que nos mantiene aislades y en soledad.

Sus canciones hablan de historias de mujeres guerreras; de paisajes y recuerdos; de libertad, de herencias de amor.

“Cantos de tierra, cantos de sol son los que cuidan mi voz”, dice Sara Mamani en Cantos de tierra.

Tejen lo esencial para explotar en versos que destacan valores esenciales como: la solidaridad, la alegría, la justicia social y el empoderamiento femenino.

“Queremos permutar nuevas formas de tejer y sobre todo estos tiempos de sonidos tristes por encuentros sinceros, por Mujertrovas”.

Ellas escriben y cantan para seguir construyendo un mundo que se parezca al soñado, desde los decires cotidianos y las luchas que se encienden.

Ellas, como dice “Agüita fresca y revolución” de Sylvia Zabzuk…

Vienen bajando de todas partes

como farolas que encienden el aire.

Hay en sus pechos fuego florido

y un canto urgente como latido.

Vienen de lejos, vienen cantando

coplas de luna como jugando.

Y paso a paso las milagreras

truecan invierno por primaveras.

Son las mujeres trova y canción