Leyendo un poema dedicado a El Hoyo de Epuyén, ese que dice: “Las amapolas acá, las margaritas allá”.
Voy hacia la luz
blanca infancia
vuelvo hacia vos
Bajando el barranco voy
a ojos cerrados
la zarza acá, la mosqueta allá
Un álamo guacho parte
el camino en dos mitades
raja mi alma y vuelvo
espacio, tiempo atravieso
y siento
como raíces las piernas
Bajando al trote el barranco
un cerezo acá, un manzano allá
¡sobre la nieve blanca, padre, ya no estás!
Huérfano el álamo parte
el camino en dos mitades
y aún así florecerán
las amapolas acá, las margaritas allá.
Precioso poema.