“Mario Vilca Condorí es el héroe más joven, con tan solo 16 años, caído en el hundimiento del ARA General Belgrano”. Entrevista a Estela Ceballos

¿De qué trata “Bocanadas de la Historia Originaria”?

El libro se enfoca en la reconstrucción de la vida de un joven originario Kolla que habitaba en los cerros de Los Naranjos, Oran, provincia de Salta. Es alistado en la Marina con 15 años junto con dos hermanos más. Juan Bautista Vilca Condorí, jefe de sala de armas y el hermano Anastacio Vilca Condorí, que estudió para enfermero. En el conflicto bélico del Atlántico Sur en la recuperación de las Islas Malvinas. Mandan a dos hermanos al ARA General Belgrano y Mario Vilca Condorí, se convierte en el héroe más joven con tan solo 16 años caído en el Hundimiento del crucero junto con otros Héroes de 16 y 17 años. Juan Bautista pudo escapar, Anastacio fue con la función de enfermero en el Buque hospital Bahía Paraíso.

En “Bocanadas de la Historia Originaria 40 años de Malvinas” a través de varios viajes en busca de familiares, amigos, docentes, sobrevivientes del feroz ataque a traición, ya que el buque estaba fuera del área de exclusión totalmente indefensos. El domingo 2 de mayo de 1982 a las 16 horas recibe el primer torpedo, unos minutos más tarde llegaría otro y en una hora, terminaría por hundirse con 323 héroes, con tumbas sin fondo en el océano. Siempre aclarando que fueron crímenes de guerra.

El libro cuenta con evidencia de relatos de sobrevivientes y de familias de otras etnias, Mapuches, Tehuelches, caídos en combate cuerpo a cuerpo.

Si bien en una guerra vale todo, cuánto más en una dictadura. También, a la hora del rescate tardaron 76 horas en balsas equipadas con los elementos, remedios, agua, caramelos, que estaban vencidos. fue la mayor catástrofe de la Marina Argentina que podía ser evitada. Los caídos en total fueron 649 argentinos y 255 ingleses, pero cabe destacar, que por falta del Estado ausente, más de 700 excombatientes se suicidaron. Además, del horror que vivieron, les hicieron firmar un documento de confiabilidad que no podían hablar con nadie de lo que vivieron.

¿Quién fue Mario Vilca Condorí?

Mario Vilca Condorí, era un adolescente que tenía muchos sueños, que arreaba animales desde los 3 años, que siempre fue líder, de todos era el más audaz. Era el cuarto de nueve hermanos, su hermana de 15 años, fue quien lo hizo nacer, vivía en la pobreza absoluta, su maestra fue la madrina y su gran esperanza era meterse a la Marina, como él veía que sus hermanos progresaban, su mayor deseo era poder comprarle una casa a su mamá. Él amaba a su madre, amaba las amistades, caminaba 30 km de ida y 30 km de vuelta para ir al colegio. Le gustaba tener amigos, aprendió a tocar la armónica, su canción preferida era la canción de León Gieco: “Solo le pido a Dios”, tenía su novia.

Era un joven con muchos principios, quería que sus amigos, su novia, sus primos, primas, que todos pudieran alistarse para que pudieran estudiar, inclusive él con la poca plata que le pagaban les mandaba a su madre o su novia para que junte plata para que vaya a estudiar enfermería. Se hizo de amigos en Buenos Aires. Estaba feliz de conocer el Mar.

A Mario, lo mandaron como panadero, por supuesto que no sabía nada que lo mandaban a una guerra. lo subieron a un avión y se enteró allá.

El día del hundimiento era un día muy frío con mucho viento y olas de ocho metros. Ese día, 2 de mayo Mario cocinó el pan para todos, había trabajado toda la noche, tomaron el desayuno con su pan y después almorzaron fideos con tuco dónde muchos mojaron su pan por última vez (me viene a la cabeza una metáfora que me dijo su maestra llorando: “Mario era un pan de Dios”).

Así fue como se truncaron sus sueños de salvar a su familia. Conoció Buenos Aires, viajaba todos los domingos de La Plata a Constitución y conoció amigos en el viaje. Los amigos fueron entrevistados también y realmente se hizo un hombre de golpe, sin querer se convirtió en un héroe. cabe destacar que en ningún momento a los padres le avisaron o a los hermanos que lo mandaban al ARA General Belgrano. Los enviaron en avión sin saber dónde iba.

Le mandaba cartas a todos y los tranquilizaba, “no sé asusten, que vuelvo para las pascuas”. El mantenía la esperanza y estaba feliz que las Malvinas eran ya argentinas, porque cuando ellos cayeron gloriosos, la celeste y blanca flameaba como nunca.

Mario era un joven sensible, inteligente audaz, un ser especial que todos querían y que es el día de hoy que aún sus hermanas lo lloran.

Algo que también, paso, que como eran originarios ni siquiera a los padres les daban información, la madre no sabía qué había pasado con sus tres hijos.

Si, luego de 20 días tuvo la noticia por medio de una carta donde la notifican con la partida de defunción del Marinero que cayo en cumplimiento del deber.

A los 20 días, la mamá sufre un infarto y muere a los 50 años. Mario está en el recuerdo de Orán. En la escuela. La maestra que aún vive con 85 años, además, era su madrina. En el libro podemos ver que está la maestra joven. Cuando lo bautizaron con él en brazos. A grandes rasgos, esa es la historia del héroe más joven caído en combate y al que tenemos que honrar por siempre.

¿Qué sería “Malvinizar”?

Si hablamos de la noción “Malvinizar” o “Malvinización”, para eso tenemos que hablar del termino “Desmalvinización”. Una noción sociológica y política que a partir de la guerra hace 42 años, tiene que ver con visibilizar un acontecimiento histórico que fue muy importante y se trató por todos los medios de minimizar, que fue un hecho histórico que ya pasó, se estigmatizó a los soldados, se los trató de locos, los discriminaron, los culparon de perder la guerra.

En realidad, hoy estamos trabajando justamente porque se mueren jóvenes los excombatientes que en realidad siguen combatiendo, luchan por tener su obra social, su jubilación, muchos con discapacidad.

Hay que trabajar en los colegios, hacer conciencia y visibilizar lo que fue la guerra y eso fue parte de una dictadura que cayó después de la guerra. Entonces “Malvinizar” es conocer la historia y mantener viva la memoria, que por fin, tengan el reconocimiento merecido. Mucha gente, no sabe que habían jóvenes de 16 años. Debemos tener presente que muchos soldados han muerto jóvenes y otros se suicidaron y no hay registros.

Todo lo vivido es una atrocidad. Y eso es justamente que durante 40 años se “Desmalvinizó”, el periodismo mintió y luego hizo silencio, se tapó, se minimizó y “Malvinizar” quiere decir que se conozca la historia que no es lineal, que fue un plan y un proceso que los estudiantes deben conocer. Por eso, a 40 años, se salió a “Malvinizar” a concientizar, con murales, charlas en los colegios. libros, museos, visibilizar a las mujeres que participaron, a seguir trabajando con escuelas. porque las Islas Malvinas, son y serán Argentinas.