¿Mami, cuándo llegaremos allí? Por Anna Planeta

¿Mami, cuándo llegaremos allí? Por Anna Planeta

¿Mami, cuándo llegaremos allí?

No hay árboles, tesoro. No logro guiarme.

Está el sol, están las estrellas.

La cruz del sur.

Recorremos calles que conocí. Por lo tanto, me pierdo. Erramos

¿Mami, cuándo llegaremos allí?

El paisaje ha sido ultrajado, tesoro, no puedo olvidarlo. Los cruces y bocacalles son los mismos, por eso me desconozco.

A un lugar añorado se debe regresar como si se caminara hacia un cementerio.

¿Mami, cuándo llegaremos allí?

Otro lugar de los tantos desconocidos.  Los recuerdo. Autos, perros callejeros,  tiendas de ropa, verdulerías. No lo reconozco de tan conocido que me resulta, tesoro.

No hay naranjos, ni limoneros, ni lecheros con su carro, ni chatarreros, ni soderos. Ya no hay novios. Empiezo a recordar.

¿Mami, cuándo llegaremos allí?

Ya no hay calles de tierra, ni colectivos, ni peleas. Ya, ni siquiera, hay muertos.  Este  lugar lo recuerdo porque no tengo registro de él en mi memoria. Se me adormecen los ojos de mirar tantas cosas conocidas.

¿Mami, cuándo llegaremos allí?

Tal vez siempre, tesoro.

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